jueves, 16 de junio de 2011

Paternidad Forzada

Hace mucho que no hago una entrada a este blog. Es más, hasta uno nuevo estoy planeando, el cual espero no abandonar como éste. Y no, el tema de esta entrada no se debe a que haya tenido un embarazo no deseado; más bien, quiero abordar el tema de aquellos embarazos cien por ciento planificados, pero no deseados.

Mucho se ha hablado de los embarazos no deseados, sobre todo entre menores de edad y jóvenes estudiantes. Estos son los peores casos, dado que las criaturas nacidas en estas circunstancias enfrentan situaciones como rechazo – de sus padres y social – así como pobreza en las más veces. También existen embarazos entre parejas casadas (o en concubinato) que no son planeados y que pueden sufrir la misma situación. Sin embargo, ¿qué sobre aquellos niños concebidos por presión social o familar? Puede ser que no enfrenten rechazo social ni pobreza (esto en el entendido que una planificación familiar es más común en parejas de niveles socioculturales más altos), pero sí pueden enfrentar un rechazo parental significativo.

¿Cuáles son los motivos para que una pareja decida tener un hijo de manera forzada? Veo dos casos:
a) Cuando uno de los cónyuges desea procrear y el otro no.
b) Cuando ambos no desean realmente procrear y ceden ante presiones familiares o sociales.

Veo más grave la primera dado que puede llevar a que la pareja se separe. Después de todo, la necesidad de reproducirse (necesidad biológica – psíquica) puede más que la decisión racional. Esta diferencia puede ser irreconciliable. Sin embargo, imagino que al final la parte que no desea hijos termina cediendo con tal de no perder a su pareja. Encuentro lamentable la situación recién descrita. Es, en esencia, un juego de ruleta rusa para el producto. ¿Será querido? ¿Será amado por sus dos padres? ¿Sentirá rechazo durante su desarrollo? Es una ruleta rusa porque es jugar a que “la naturaleza” hará querer a esa criatura. ¿Será? ¿Y si no? Los efectos negativos potenciales para la criatura son amplios.

Como casado, he sufrido la presión familiar y social. La encuentro de muy mal gusto. ¿Qué le importa a la gente si se desea o no un hijo? Al final, la decisión es de pareja. Excusas para tener un hijo son muchas:
- Que es muy padre
- Que si no quiero hijos, ¿para qué me casé?
- Que cambiaré cuando nazca
- Que son la felicidad plena
- Que es la manera de trascender
- Etc, etc.

A todas tengo respuesta:
- "Que es muy padre." También a mí me gusta el automovilismo y el rugby y no por eso quiero que todo mundo se ande partiendo la madre jugando o corriendo.
- "¿Qué para qué me casé?" Pues porque deseo vivir en pareja con la persona que amo, no con aquella que no ha llegado.
- "Que cambiaré cuando nazca." ¿Y si no?
- "Que son la felicidad plena." De acuerdo, pero para quien desea hijos.
- "Que es la manera de trascender." Pues será genéticamente, porque espero trascender por mis actos y legado.

No estoy en contra de los niños. Simplemente no me gustan y no me he visto nunca como padre. No es parte de mi formación como ser humano el tener hijos. No lo veo como algo natural porque en tanto que seres humanos, nuestra naturaleza es romper la naturaleza misma. Conozco gente que desea, con todas sus fuerzas, ser padres. Hay quienes no pueden y desean forzar a la naturaleza a serlo. No estoy en contra. Simplemente somos polos opuestos.

Personalmente, creo que caeré dentro de la primera opción. Lo digo sin tapujos. Lo haré porque amo a mi esposa y sé que eso la hará feliz. Jamás me he visto como papá. ¿Qué tanto cambiaré yo? Puede que nada. Puede que mucho. Como dije, es una ruleta rusa.

Y hablando de cuestiones rusas, me despido con dos citas (una de un ruso):
“Los hijos son tormento, y no otra cosa.” Lev Tolstoi
“Es un dichoso infortunio el no tener hijos.” Eurípides de Salamina

No hay comentarios:

Publicar un comentario