lunes, 4 de enero de 2010

Rascacielos contra Récords Guiness

El día de hoy leí la noticia de que en la capital de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) acaban de inaugurar la construcción de la Torre Burj Dubai, la cual excederá en 300 m. a la más alta actualmente. El costo de esta construcción será de la friolera de más de $1,500 millones de dólares (americanos). Esto es más de $19,500,000,000 de pesos mexicanos. Mientras tanto, en México se dio la noticia que se rompió la marca de la rosca de reyes más grande del mundo, rompiendo un Récord Guiness. El costo fue de más de $1,000,000 de pesos, es decir, casi $77,000 dólares americanos.

Muchos podrán decir que en los árabes son ricos, pues nadan en petróleo. Correcto, pero México tuvo, y posiblemente tiene, mucho, muchísimo petróleo. Es más, México tiene una economía mucho, mucho más diversificada que la árabe. Es más, comparados a través del tamaño de economía, con el indicador producto interno bruto (PIB), México es la economía número 12 mientras que los Emiratos Árabes Unidos son la 51. Esto es, somos un país mucho más rico. Pero, ¡oh sorpresa! Cuando dividimos ese PIB entre la población económicamente activa (PEA), es decir, la que puede trabajar, nos encontramos que los papeles se invierten: México es el país número 47 y los EAU son el 12. Es decir, menos personas producen más dinero.

Y esto no es cosa menor. Los árabes nos superan casi en 4 veces en el indicador PIB per cápita. Esto significa que en promedio, los árabes gozan de mejor nivel de vida porque tienen más dinero que gastar. Así de simple. Olvidémonos de índices de calidad de vida, etc. Calidad de vida se relaciona directamente con el dinero disponible para el gasto. O, en el caso de un país, para su inversión.
Los EAU son uno de los países que más invierte en sí mismos, convirtiéndose poco a poco en un destino turístico de muy alto nivel. Saben que el petróleo se terminará más tarde que temprano. México no invierte ni en su gallina de los huevos de oro: PEMEX. Por eso el petróleo nacional está terminando. No se invierte, no se explora.

Y no me detendré a explorar las causas de estos males. Son conocidas somos todos los mexicanos los culpables de esto. Somos culpables en nuestra complicidad con la corrupción. Somos culpables en nuestro conformismo. Somos culpables en nuestra falta de curiosidad del mundo. Somos culpables cuando no exigimos lo que nos corresponde. Somos culpables cuando queremos que “papá gobierno” nos mantenga. Somos culpables cuando no exigimos a los políticos y autoridades.

Así que bueno, mientras rompemos Récords Guiness de roscas de reyes, personas observando el cielo o con más nudistas en la Plaza de la Constitución, otros países están rompiendo sus récords internos de inversión y crecimiento.

Como de costumbre, me despido con una cita, en esta ocasión del español José Ortega y Gasset: “Lo que hace magníficos a los pueblos no es principalmente la altura de sus hombres grandes, sino la de sus innumerables mediocres.”