miércoles, 11 de noviembre de 2009

Impuestos: impuestos… ¿responsablemente?

Pues nuevamente, tanto el Poder Ejecutivo como el Poder Legislativo (con la tácita venia del Poder Judicial), hicieron de lado los intereses del país para anteponer los de ellos. Me refiero, por supuesto, a la Ley de Ingresos de 2010, el rimbombantemente llamado “Año del Bicentenario”.
Esta entrada a mi ya muy olvidado blog, no pretende ser un ensayo de tintes fiscalistas ni de gran contenido numérico. Quiero hablar, como en anteriores entradas, del sentimiento de impotencia y mi percepción de este tema.

Es interesante ver cómo es la política fiscal de México. Parece ser que fue una serie de eventos desafortunados para México: crisis global, precio del petróleo a la baja, inseguridad asustando a los inversionistas, influenza A H1N1. Los ingresos estimados para el Estado Mexicano cayeron estrepitosamente por falta de ingresos petroleros e impositivos. Hablaban de un faltante al menos de trescientos mil millones de pesos (poniéndolo en números se ve la dimensión de esta cifra: $300,000,000,000.00 M.N.). La pregunta era: ¿de dónde sacar el dinero? Una pregunta por cierto, difícil de contestar, sin duda.

Por un lado, existía la posibilidad de endeudarse con bancos y organismos internacionales. México, onceava potencia económica mundial, cuenta con la posibilidad de pedir dinero prestado a manos llenas. Sin embargo, el costo de esto es inmenso: endeudar a toda la presente generación en pos de no hacer cambios reales en la política fiscal mexicana. Sin embargo, el Poder Ejecutivo no deshecho esta posibilidad del todo: recibió el apoyo del Fondo Monetario Internacional, de los EUA, y de otros organismos, por no menos de cuarenta mil millones de pesos (nuevamente, poner esta cifra en número la hace ver más impresionante, tomando en cuenta que son dólares americanos: $40,000,000,000.00 USD). Este capital sería usado sólo en caso de extrema necesidad. Hasta donde sé, no se ha usado y es tan sólo un blindaje para el Gobierno.

Por otro lado, existía la posibilidad de hacer un presupuesto de la Federación estimando un precio del petróleo mexicano muy por encima de lo estimado por analistas. Una apuesta riesgosa y atractiva. Durante años pasados, el precio del petróleo fue estimado muy por debajo de su precio real del mercado, dando al Gobierno recursos extraordinarios por este concepto. ¿Dónde esta ese dinero? En la creciente y creciente burocracia (no sólo la de bajos, sino la de altos ingresos), la ineficiencia de PEMEX, CFE y LyFC (afortunadamente, ésta última ya extinta), entre muchas otras dependencias gubernamentales, que en lugar de ser modernizadas (tanto en su marco legal como en la práctica), siguieron siendo subvencionadas por el Estado y por ese petróleo. Al final, el Poder Legislativo determinó un precio del crudo en concordancia con lo estimado por los analistas. Sabia decisión, desde mi punto de vista.

Última alternativa: elevar impuestos. En un mundo en crisis (literalmente), la mayoría de los países tuvieron el mismo problema que el nuestro: menor actividad económica y, por ende, menores ingresos fiscales. La mayoría de estos países decidieron irse por un camino que parecía suicida: disminuir los impuestos directos a los ingresos (llamados en muchos lados, incluso en México, “Impuesto sobre la Renta”); también redujeron los impuestos a las empresas, disminuyeron sus gastos corrientes (es decir, el gasto operativo del gobierno: salarios, materiales de oficina, etc.). No obstante, incrementaron los impuestos al consumo en una cantidad no exorbitante; también decidieron endeudarse en una cantidad manejable respecto a sus economías, es decir, en cantidades que no pusieran en riesgo la viabilidad operacional de su gobierno al largo plazo. ¿En qué redundó eso? Muchas de esas economías ya están saliendo o salieron de la recesión.

¿Qué decidió el Poder Legislativo? Cargar más impuestos a aquellos que ya pagamos, es decir a aquellos contribuyentes cautivos: empleados y empresas privadas ya registrados ante la autoridad tributaria. Debe decirse que el Poder Ejecutivo propuso a nuestros egregios diputados la imposición de un impuesto del 2% a alimentos y medicinas, hoy exentos de cualquier gravamen; pero también, el Poder Ejecutivo deseaba cargar más la mano a los que ya pagamos impuesto sobre la renta, para elevarlo de 28% a 30%. También quería elevar impuestos a tabacos y alcohol (afortunadamente no al vino tino), así como crear un impuesto de 4% a las telecomunicaciones, incluyendo Internet.

Lo que sucedió después de grilla y más grilla, fue que los diputados y senadores (representantes siempre de sus partidos, nunca de nosotros, quienes les pagamos), decidieron no imponer el 2% a alimentos y medicinas, sí imponer un impuesto sobre la renta de 30% tope y un impuesto a telecomunicaciones de 3%, sin incluir Internet (después de todo sólo el 10% de los mexicanos lo usa en casa y el resto en universidades y oficinas).

Me parece terrible que hayan obrado así porque en lugar de hacer que más gente pague más impuestos, siguen haciendo que quienes ya pagamos impuestos paguemos más. Mi propuesta fiscal sería la siguiente:
- Impuesto de 5% a alimentos y medicina, sin excepción
- ISR de 26% tope
- Impuestos más altos al tabaco y licores de alta graduación alcohólica
- Reducción de gasto corriente del gobierno en al menos 10% (menos prestaciones y bonos a burócratas en general porque, ¿qué derecho tienen ellos a ganar más que yo?)

Mi base para esta propuesta no está basada en ningún estudio económico, sino en el puro sentido común, por lo que puede ser sujeta a múltiples (si no es que a una total) correcciones.

Sin más, me despido, como de costumbre con una frase. En esta ocasión de un americano universal, Benjamin Franklin: “En este mundo no se puede estar seguro de nada, salvo de la muerte y de los impuestos.”

miércoles, 1 de julio de 2009

Demandas de un ciudadano común (más no corriente)

Este será una entrada breve, porque a diferencia de los diputados y senadores, sí tengo un buen de trabajo y además me evalúan por el mismo, y eso que no hay reelección en mi lugar de trabajo. Hay opción: o trabajar o salir.

Pero en fin, enlisto brevemente mis exigencias al H. Congreso de la Unión:

Propuesta 1: Eliminar la cantidad de diputados federales.
¿Cómo? Eliminando la figura del candidato plurinominal.
El candidato plurinominal está en el Congreso sin respaldo del voto popular y siendo un costo altísimo. De los 500 diputados, 200 son plurinominales, es decir el 40%. El diputado plurinominal existe, desde mi punto de vista, para dar a los partidos políticos espacios para alojar a ex senadores, ex gobernadores, ex líderes sindicales, ex … o simplemente para darle un “hueso” a un amigo, hijo o “descobijado” político. Desconozco el dato del presupuesto para la Cámara de Diputados, pero es tan simple como si eliminamos a los plurinominales eliminamos el 40% del costo. Este dinero bien puede ser usado para salud o investigación.

Propuesta 2: Eliminar cantidad de senadores.
¿Cómo? Elminando a los diputados de mayoría relativa y la doble fórmula.
Debe haber sólo un senador por Entidad Federativa, no más. Al igual que los diputados, reducir ese número representaría grandes ahorros. De los 128 senadores, sólo 32 representan a los Estados; el resto, son paja. Estamos hablando de un ahorro de que 75% de los senadores están de más. Además de ahorros de dinero, estoy seguro que menos senadores y diputados harán más fácil la tarea de ponerse de acuerdo.

Propuesta 3: Eliminar presupuesto de partidos políticos a la mitad (al menos)
¿Cómo? Modificar la ley.
Permitiendo que los ciudadanos podamos apoyar a los partidos de acuerdo a nuestra propia decisión, pero sobretodo, gracias a sus actuaciones en el Congreso.
Se argumenta que estas subvenciones sirven para que los partidos no reciban dinero del narcotráfico ni que tengan compromisos con otros actores económico – políticos. Me pregunto, ¿no están, entonces, obligados ante quienes les pagamos y a quienes teóricamente representan?

Propuesta 4: Permitir a cualquier ciudadano de bien a ser diputado o senador sin ser miembro de un partido político.
¿Cómo? Modificar la ley.
Si un distrito cree que un ciudadano que habita allí es mejor que cualquier candidato (les garantizo que existen), podemos tener gente de bien, y que esté más comprometida con sus representados que con sus partidos.

Propuesta 5: Permitir la reelección de diputados y senadores.
¿Cómo? Modificar la ley y quitarse lagañas antiguas de la Rrevolución.
¿Votarían ustedes por un diputado o senador plurinominal nuevamente? Misma pregunta, pero para uno electo popularmente. Les garantizo que nadie lo haría. Permitamos la reelección. Para que tengan su "hueso" tendrán que hacerse más populares (mas no populistas), mediante el buen trabajo.

Espero que estas propuestas sean leídas y tomadas en cuenta por algunos legisladores. A éstos, los conmino a hacer cosas inteligentes. La gente no es tonta. Vemos también las cosas buenas. Hagan bien las cosas y no necesitarán mamando el dinero de sus representados ya que éstos últimos les pedirán que los sigan representando.

Me despido, como de costumbre con una cita, en esta ocasión de Octavio Paz: “Sin democracia, la libertad es una quimera.”

Demandas de un ciudadano común (más no corriente)

Este será una entrada breve, porque a diferencia de los diputados y senadores, sí tengo un buen de trabajo y además me evalúan por el mismo, y eso que no hay reelección en mi lugar de trabajo. Hay opción: o trabajar o salir.

Pero en fin, enlisto brevemente mis exigencias al H. Congreso de la Unión:

Propuesta 1: Eliminar la cantidad de diputados federales.
¿Cómo? Eliminando la figura del candidato plurinominal.
El candidato plurinominal está en el Congreso sin respaldo del voto popular y siendo un costo altísimo. De los 500 diputados, 200 son plurinominales, es decir el 40%. El diputado plurinominal existe, desde mi punto de vista, para dar a los partidos políticos espacios para alojar a ex senadores, ex gobernadores, ex líderes sindicales, ex … o simplemente para darle un “hueso” a un amigo, hijo o “descobijado” político. Desconozco el dato del presupuesto para la Cámara de Diputados, pero es tan simple como si eliminamos a los plurinominales eliminamos el 40% del costo. Este dinero bien puede ser usado para salud o investigación.

Propuesta 2: Eliminar cantidad de senadores.
¿Cómo? Elminando a los diputados de mayoría relativa y la doble fórmula.
Debe haber sólo un senador por Entidad Federativa, no más. Al igual que los diputados, reducir ese número representaría grandes ahorros. De los 128 senadores, sólo 32 representan a los Estados; el resto, son paja. Estamos hablando de un ahorro de que 75% de los senadores están de más. Además de ahorros de dinero, estoy seguro que menos senadores y diputados harán más fácil la tarea de ponerse de acuerdo.

Propuesta 3: Eliminar presupuesto de partidos políticos a la mitad (al menos)
¿Cómo? Modificar la ley.
Permitiendo que los ciudadanos podamos apoyar a los partidos de acuerdo a nuestra propia decisión, pero sobretodo, gracias a sus actuaciones en el Congreso.
Se argumenta que estas subvenciones sirven para que los partidos no reciban dinero del narcotráfico ni que tengan compromisos con otros actores económico – políticos. Me pregunto, ¿no están, entonces, obligados ante quienes les pagamos y a quienes teóricamente representan?

Propuesta 4: Permitir a cualquier ciudadano de bien a ser diputado o senador sin ser miembro de un partido político.
¿Cómo? Modificar la ley.
Si un distrito cree que un ciudadano que habita allí es mejor que cualquier candidato (les garantizo que existen), podemos tener gente de bien, y que esté más comprometida con sus representados que con sus partidos.

Espero que estas propuestas sean leídas y tomadas en cuenta por algunos legisladores. A éstos, los conmino a hacer cosas inteligentes. La gente no es tonta. Vemos también las cosas buenas. Hagan bien las cosas y no necesitarán mamando el dinero de sus representados ya que éstos últimos les pedirán que los sigan representando.

Me despido, como de costumbre con una cita, en esta ocasión de Octavio Paz: “Sin democracia, la libertad es una quimera.”

sábado, 20 de junio de 2009

Elecciones 2009: ¿qué debe hacer el ciudadano común (mas no corriente)?

Mucho me cuestioné si debía o no ingresar esta entrada. Dar más publicidad y gastar más bytes en algo que prácticamente está abusado, informativamente hablando. Me refiero a las elecciones de este 2009.

No es fácil dejar pasar inadvertido el derroche de publicidad que la Partidocracia hace en nuestras calles (sí, nuestras, porque hasta donde sé, son propiedad de la Nación, no de los partidos, menos del Estado). He llegado a apreciar el colorido que tanto plástico (que según muchos de ellos es 100% reciclable) y papel, anuncios espectaculares y demás, dan a nuestras ciudades. Por un lado, tenemos unos bellos carteles del que decoran con los hermosos colores nacionales las calles; por otro lado, el siempre sobrio azul (con toques naranjas, para que no se vea solo), que siempre da un toque de distinción, sobretodo a los edificios de cantera, como en Zacatecas o Oaxaca; ora, tenemos un bellísimo color amarillo (huevo, porque no encuentro un mejor símil) que hace que todo resalte mejor; ora, con el multicolor de la minoría: rojos, turquesas, verdes, naranja. No me queda más que burlarme de este derroche de papel, plástico y dinero. De la radio ni hablo porque ya no escucho, sino que sólo oigo spots de partidos políticos. Y a pesar de todo este derroche publicitario, les garantizo que pocos conocen a sus candidatos locales, federales y demás. Debo ser honesto, conozco a la mitad de los que debería conocer.

Me pregunto, si tengo un negocio y quiero publicitarlo de dicha manera, colocando anuncios por doquier, ¿me lo permitirán? Creo que el argumento en contra sería que eso sería para una empresa privada que busca lucro. Y por supuesto, los bonísimos, finísimos, cándidos, y sobretodo desinteresados candidatos ejercerán un bien a la patria, por el cual sólo reciben lo justo. Por favor, no seamos mal pensados. Los candidatos piensan sólo en nuestro bien como ciudadanos; sus partidos tan sólo son plataformas legales para hacer su pura función de representarnos.

Bueno, creo que mi burla fue ya mucha y no quiero abusar del sarcasmo. La realidad, amigos, es que soy un ciudadano sumamente molesto por la Partidocracia que reina este país. Enojado por el crecimiento del poder de una mujer corriente líder de un sindicato que es el monumento viviente a la más terrible corrupción y nefandos principios del poder. Enojado por la falta de memoria de la mayoría de mis conciudadanos. Enojado porque de pasar de la dictadura de un partido, pasamos a la dictadura de varios. Enojado porque en las "campañas" políticas sólo veo guerras de "Photoshop" como bien dijo don A. Martí. En fin, molesto en general con los políticos mexicanos (por que de clase política no sé a qué se refieren).

Según datos de CNNExpansion.com, si tan sólo vota el 40% del padrón electoral, el costo por cada voto se irá a $457 M.N. Y no crean que porque ustedes no lo pagan directamente no les cuesta. Cada cosa que compran en el supermercado, en la tienda departamental, hasta en la calle, causo algún ingreso (por impuesto) al Gobierno. No digamos los que somos asalariados y que nos quitan por concepto de Impuesto sobre la Renta entre 17% y el 30%, dependiendo del ingreso anual. Imaginen este derroche. Honestamente, algo que deberíamos exigir a nuestros “representantes” es reducir al máximo el gasto por concepto de subvención a partidos políticos. Con tal de que éstos no reciban dinero externo consumen recursos que muy bien podrían usarse para escuelas, áreas deportivas, investigación y desarrollo, y seguridad pública.

TODOS los que militan en un partido político SON culpables de esto; TODO el resto de la población SOMOS culpables por permitirlo. Cuando los partidos se auto otorgaron las sumas millonarias para su funcionamiento y publicidad no hicimos nada.

La pregunta es (y que formulé al inicio), ¿qué puedo hacer como ciudadano común? Votar. Es lo básico. Votar por el partido que sea, en primera instancia el que más se adapte a su pensar político. En segundo lugar, recordar. Por ejemplo, en mi distrito electoral, la actual candidata del PAN para diputación federal fue la delegada de la delegación Miguel Hidalgo, en el D.F. Con ella se ha dado la construcción de más edificios residenciales los cuales, hasta donde sé, les fueron otorgados permisos de construcción sin estudios de factibilidad de abasto de agua; por otro lado, la circulación por varias calles de esa demarcación se vieron interrumpidas por la incapacidad de ella de solucionar un conflicto político con el Jefe de Gobierno. Habitualmente voto por el PAN, pero de ver a esa mujer, sabiendo lo nefasta que es… Recordemos las actuaciones de las personas que se postulan.

Y en tercer lugar, no nos dé miedo votar en blanco. El voto en blanco no es malo, es una afirmación de la ciudadanía de que no existen opciones de voto. Los primeros que dirán que el voto en blanco no es bueno es la Partidocracia. Y es lógico. Ellos necesitan votos para legitimarse. Por mi parte, no pienso legitimar a partidos mediocres todos.

A continuación, coloco lo primero que pienso cuando me nombran a los partidos políticos (en riguroso orden alfabético):

CONVERGENCIA: X
PAN: derecha, incremento del poder del SNTE.
PANAL: Elba Esther Gordillo
PRD: Andrés Manuel López Obrador
PRI: dictadura de un partido, corrupción.
PSD: ilusos
PT: PRD + PRI
PVEM: mercaderes políticos

Voten, aunque sea en blanco, pero voten. Como siempre, me despido con una frase, en esta ocasión de Arnold J. Toynbee: “El mayor castigo para quienes no se interesan por la política es que serán gobenados por personas que sí se interesan.”

sábado, 23 de mayo de 2009

Lo prometido es deuda… la Iglesia me ha hecho bien.

Hace una semana escribí en el blog de don Juan Carlos Ramos una promesa: escribir sobre lo bueno de la Iglesia de Roma. Esto se dio debido a que, para ser honesto, siempre la critico. Él, sin embargo, me hizo ver que siempre se ven las cosas malas de ésta…me atrevo a decir que casi de todo, no sólo de ella. Me pareció salomónico hacerlo.

Antes que nada, quiero hablar de las cosas buenas que me ha hecho la Iglesia. Y en esto, todo cuenta: desde haberme hecho sentir bien hasta beneficios directos.

Cuando mi padre falleció, allá en el lejano 1990, un día después del suceso, la directora del Colegio Juana de Arco (al cual asistí desde segundo de primaria hasta tercero de secundaria), la hermana Martha Gloria le marcó por teléfono a mi madre informándole que no se preocupara por la educación mía y de mi hermana. Desde ese momento la escuela se haría cargo de eso.

Esa acción fue simplemente desinteresado amor. En esos tiempos no existían los seguros para cubrir estudios y mucho menos mi escuela lo cobraba. Convencido estoy que esa acción me ha convertido, para bien o para mal, en la persona que soy. Mis mejores amigos, mi educación, e incluso mi interés por la Iglesia de Roma (y del Judaísmo) vienen de esa época. No puedo agradecer demasiado lo que la hermana Martha Gloria hizo por mí. Sé que esa acción de la mencionada religiosa fue inspiración divina, ya fuera inspirada en la tradición del Cristo o lo que sea. Si cielo existe, ella por esa simple acción lo tiene.

Otra hermana de la Congregación del Verbo Encarnado, como la hermana Martha Gloria, fue la hermana Pruneda. No puedo describir la infinita paciencia y amor con el cual me aguantó (esa es la palabra porque en serio que soy un caso). Su cariño es perenne en mi existir y mucho de lo que soy se lo debo a ella. Fue ella quien me dijo que ser un ávido lector siempre me distinguiría; que no era malo ser el “científico loco”. No soy ya el citado personaje, pero ella impulsó ese sentimiento para tener afán de conocimiento.

Por otro lado, debo decir que aunque fue hecho por coerción, todo el arte, desde templos hasta música, pasando por pintura y escultura, en fin, todo el arte sacro es simplemente maravilloso. De no ser por el patrocinio de la Iglesia de Roma y sus ministros no tendríamos todo ese acervo cultural que gozamos en Occidente. Desde San Pedro hasta San Juan Chamula, el arte es vasto.

Gracias a ese arte mis ganas pasar una luna de miel en Roma fueron lo suficientemente fuertes como para hacerlo. Y no fue una experiencia espiritual (mi fe en la Iglesia se había perdido desde hace años), sino un éxtasis sensual. Mis sentidos se inundaron de tanto arte. Debo confesar que en mis tiempos de bachiller ese arte y cultura fueron un fuerte incentivador para tomar la orden de Ignacio de Loyola con la única finalidad de pasar mi vida en Roma, en San Pedro, estudiando en sus bibliotecas.

Por último, mencionar las grandes obras de caridad que la Iglesia hace no es cosa menor. No las conozco, pero sé que muchas hay. Sí, la Iglesia, desde mi punto de vista, es incongruente con su mensaje y con la naturaleza, pero si su doctrina hace que buenas cosas sucedan y el arte florezca, ¿por qué debería dejar de existir? Si saca lo mejor al menos una persona, creo que su misión está cumplida.

Sin más, me despido como de costumbre con una cita, en esta ocasión del Evangelio de Juan. Es una frase que para mí resume toda la enseñanza cristiana: “Amaos los unos a los otros como Yo los he amado.”

sábado, 16 de mayo de 2009

Desde 2008 nada ha cambiado en México, ¿y en Cuba?

Durante esta semana pasada Fidel Castro, probablemente el único dictador vitalicio del hemisferio (aunque sea su hermano la faceta visible de la dictadura), criticó a México y en especial al Presidente, diciendo que México había ocultado información de la influenza. Para rematar, comentó que en México nada había cambiado desde 2000, después de la transición del PRI al PAN, más que la influenza.

Primera declaración: desafortunadamente no puedo asegurar que el Gobierno de la República haya o no haya ocultado información. Desde mi perspectiva no lo hizo. Tan no lo hizo, que tenemos que ver cómo estuvo prácticamente paralizado el país hace unas semanas, y como en algunos lugares la semi-paralización aún está vigente. México dio a conocer al mundo en un acto de responsabilidad (y como un país G-20) lo que sucedía. Lo que sí puedo asegurar es que en Cuba, desde hace 50 años y hasta el presente, de haberse presentado esta situación seguramente jamás nos habríamos enterado sino hasta que la isla estuviera prácticamente infectada en su totalidad. Lo único bueno de esa situación es que, como Cuba es la cárcel más grande del planeta (hasta los estadounidenses tienen allí una base militar que funge como prisión), el virus podría haber estado mucho más contenido.

Segunda declaración: no tiene ni vergüenza, ni memoria y creo que está “chocheando” el Comandante. Estoy de acuerdo, muchas cosas no han cambiado en México desde hace 50, 70 y hasta más años. Nuestra corrupción, heredada del inmenso aparato público burocrático de la época Colonial, es incluso más antigua que México como nación. Sin embargo, el México que veo hoy (yo, un individuo de 29.5 años de edad) es un México muy distinto a cuando era niño. Y no sólo hablo de avances naturales; hablo de que los periódicos dan noticias más veraces, hablo de que ahora el cambio de un Presidente a otro o de un partido a otro no va acompañado de crisis económicas, hablo de que la “fayuca” prácticamente desapareció por nuestra apertura, hablo de eso y muchas, muchas cosas más que sí han cambiado. Hablo de que hoy día, puedo planear financieramente mi vida de aquí a 5, 10 ó 20 años porque es un país estable.
¿Qué ha cambiado en Cuba? Sí, su sistema de salud, vivienda y deporte son excepcionales y probablemente de lo mejor después de los EUA y Canadá. Pero ¿de qué sirve eso si no puedo comer lo que pueda pagarme? ¿De qué sirve tener una excelente salud y excelentes médicos si no puedo vivir libremente y desperdiciar o aprovechar mi salud como lo desee? ¿De qué sirve contar con un sistema deportivo de calidad si no puedo jugar libremente? ¿De qué sirve ser cubano estos días si no es para recordar la triste situación en que viven?

Me da mucha tristeza ver como un pueblo hermano como el cubano (y para como van las cosas, el venezolano) está bajo el yugo de una familia y un grupo de comunistas que se preocupan sólo por sus propias familias (como todo político). Al menos en mi país, puedo caminar por donde desee, salir del país cuando quiera (y pueda costearlo, claro), puedo comer lo que quiera y hacer lo que desee. Gracias a Dios por haberme hecho mexicano.

Algo que sin embargo me molesta sobremanera es el “malinchismo” del mexicano. Miembros del muy respetable Partido del Trabajo (PT) – espero se note el sarcasmo – declararon que México y el Presidente deben aceptar las críticas de Castro Ruz. ¡Vive Dios! Critican cuando el presidente en turno de los EUA pide o declara algo sobre México, pero si el viejito barbón dice que México debe ser una cárcel, está en lo correcto. Eso es lo que hace que, afortunadamente, jamás vayan a ser una verdadera fuerza política.

Antes de concluir con mi tradicional cita, quiero pedirle a todos aquellos que ven en Cuba un modelo a seguir, que se vayan a vivir allá. Les garantizo que más de la mitad de los mexicanos estaríamos en contra. Pero vayan para allá, seguro los aceptan tan bien como nosotros a ellos. Sólo les digo que los cubanos que he tenido el placer de conocer dicen: “México es la octava maravilla del mundo”.

Y para concluir, mi cita. En esta ocasión de un cubano universal, don José Martí y Pérez, de su obra Guatemala: “Puesto que la desunión fue nuestra muerte, ¿qué vulgar entendimiento ni corazón mezquino ha menester que se le diga que de la unión depende nuestra vida?"

viernes, 8 de mayo de 2009

Influenza, ¿qué dejó? Experiencias.

Más que escribir sobre el nuevo virus de influenza que aún ronda por el mundo, y que afortunadamente no ha sido tan terrible como se vaticinó en un inició, quiero comentar que dejó, desde mi punto de vista, de efectos.

Primeramente el deceso de personas siempre es una situación penosa. Las familias de dichas personas deben estar destrozadas y no puedo más que expresar mis condolencias. Ojalá que dichas muertes nos muestren lo realmente vulnerables que somos a un ente microscópico.

Como todos sabemos hasta el cansancio, el virus dejará terribles afectaciones en el sistema económico mexicano. Turismo, porcicultura, restaurantes, entretenimiento, transporte, … Prácticamente todo sector se vio afectado por este problema. Se dan cifras, datos y estimaciones. Pero de que a todos nos pegará de una u otra manera en el bolsillo eso es seguro.

En el caso particular de mi familia nuclear (de dos por el momento y afortunadamente) la afectación fue en primer lugar, un fin de semana sin salir a ningún lugar, excepto a reuniones familiares bastante amenas. Como no somos dados a salir demasiado, el cierre de negocios más bien ayudó a que el tráfico en las calles disminuyera a niveles de pueblo fantasma.

Otro caso personal fue la reestructura profunda que ALSEA realizó, desapareciendo áreas como Planeación Estratégica, Comunicación Corporativa, Mercadotecnia, Recursos Humanos y Responsabilidad Social. Ésta última, donde mi esposa trabajaba, resultó en su liquidación. Aunque nos queda claro que la influenza no fue la causa que lo provocó (sino el pésimo primer trimestre de dicha empresa por su malísima administración), es la influenza con lo que relacionaremos esta situación.

En mi caso particular, de ir a un proyecto a los EUA me fue cancelado el viaje ya que el Cliente no deseaba exponer a sus empleados a potencial contagio por mi presencia. Exagerado, tal vez, pero probablemente yo habría hecho lo mismo en su situación. Lo siento porque la ciudad de Portland, Oregon, (lugar del proyecto) es realmente agradable y sí que vale la pena. Definitivamente, de las pocas ciudades de aquel país que conozco, ésa sería en la que me establecería.

¿Qué más nos dejó la influenza? Espero que una buena cultura de higiene entre la población mexicana. Lo interesante es que ha habido una reducción de las infecciones gastrointestinales porque la gente tomó consciencia de este evento. Menos mal que algo bueno queda.

Sin más, ya que el tiempo es corto, me despido, y como de costumbre, con una cita. En esta ocasión, me referiré a Mark Twain: “La única manera de conservar la salud es comer lo que no quieres, beber lo que no te gusta, y hacer lo que preferirías no hacer.”

sábado, 21 de marzo de 2009

Banqueros abusivos...¿hay de otros?

Y miren que no es que me haya sucedido algún desaguisado con la banca, pero cada vez que leo en las noticias que el Gobierno desea limitar los cobros que los señores hacen, me

Los banqueros están reunidos en Acapulco, GRO, en su convención anual. La principal noticia de esta reunión es su rechazo total a la intervención del Estado en el cobro de tasas de interés por créditos y por el cobro de las comisiones.

De entrada yo me opongo a las intervenciones del Estado en las decisiones comerciales. A final de cuentas, el Estado, desde mi punto de vista, debe ser un garante de la seguridad (cosa que evidentemente en México no sucede), de la justicia y proveer el marco bajo el cual se dé la actividad comercial. La teoría dice que por la competencia, los precios de productos y servicios deberán ajustarse de acuerdo a la selección del mercado.

Y sí que ha sucedido. Recuerdo cuando crecía en la septentrional ciudad de Zacatecas, Zac., que no había más que un supermercado y bastantes tiendas. Cuando Soriana y Walmart arribaron a la ciudad fue una revolución porque los comerciantes locales perderían sus cotos de poder de dar los precios que quisieran por ser la única opción disponible para hacer el “mandado”. Hoy día, dos de las tiendas locales que vendían víveres ya no existen. Fue un claro ejemplo de que la gente siempre buscará buenos precios y servicios. En un país como México, el precio es rey.

Sin embargo con los bancos ha sido distinto. Parece muy evidente la predisposición a ayudarlos a ellos y no a nosotros por parte del Estado. Simple y sencillamente los bancos hacen lo que quieren. Cobran las comisiones que desean, cobran las tasas de interés que desean, y te tratan como desean. Si aplicara lo expuesto en el párrafo anterior, aquellos bancos con mejor servicio, menos comisiones y menos tasas de interés deberían ser mpas exitosos. Pero evidentemente en el caso de los bancos no sucede. TODOS cobran lo que se les antoja.

Cuando he llegado a preguntarles por qué es tan bajo el interés que pagan por ahorrar, me dicen que es la tasa referente del mercado, es decir, la Tasa Interbancaria de Referencia (ligada a los CETEES a 28 días). Puedo llegar a comprenderlo, aunque no me guste. Pero cuando pregunto por qué el cobro excesivo en créditos la respuesta varía desde que son tendencias de mercado hasta que el riesgo de no pago es tan elevado que deben protegerse. Es decir, si yo pago en tiempo y soy buen pagador, los altos intereses que pago son para paliar el no pago de las personas que no pagan. A fin de cuentas, la parte de los intereses puedo llegar a entenderla ya que es parte de un ciclo de mercado.

Las comisiones, por otro lado, son cosa aparte. Esas sí que son cobros dictados y definidos por los señores de la banca. Ellos definen si quieren cobrar por cada vez que uses sus cajeros, sus plásticos, si te llegas a retrasar, en fin, por prácticamente todo. Alguien me decía que esas comisiones, por ejemplo las de los cajeros, son por el servicio prestado. Mi respuesta fue que ya de por sí tienen mi dinero guardado, hacen operaciones con él para ganar más dinero (en préstamos, créditos e inversiones varias), y además de ese dinero que ya ganan por tener y manejar mis dineros, me cobran por eso. No es justo.

Creo que en este caso en especial, el Estado sí debe intervenir, ponerles un “hasta aquí” a los señores de la banca, sobretodo en la parte de comisiones. Si bien, las tasas son altas, obedecen a mecanismos más complejos montados en el sistema financiero global; pero esas comisiones por todo deben ser muy pero muy reguladas.

Como de costumbre, me despido con una cita, en esta ocasión de don Francisco de Quevedo y Villegas: “Poderoso caballero es don dinero.”

jueves, 19 de marzo de 2009

Látex vs. Iglesia

El día de ayer escuché una noticia que me hizo romper mi silencio contra las posturas religiosas de la Santa Sede. Me había prometido no decir nada contra sus ideas, porque después de todo, son ideas de fe, pero esta vez atentaron como un jinete casi equiparable a los descritos por Juan de Patmos en su Apocalipsis.

En su visita al continente africano (y más precisamente en el avión que lo transportaba), S.S. Benedicto XVI mencionó que el condón no es la manera de controlar la pandemia de SIDA, y que en realidad, lo agrava. Quiero tratar de entender, desde mi perspectiva, por supuesto, a qué se debió su declaración.

Primero: la Iglesia de Roma siempre se opondrá a cualquier método anticonceptivo, excepto el segurísimo método Billings. Es normal, es la organización más conservadora que existe, es su papel. Las consecuencias para ellos son evidentes: falta de vocaciones, abandono de los templos y un incremento preocupante (para ellos, desde luego) de la gente que decidimos declararnos “no católicos”. Conozco varias parejas, casadas y otras no, que se declaran católicos practicantes y sin embargo usan algún método. Si la Iglesia está tan en contra de los métodos anticonceptivos, que declare que todos que lo usen están en pecado mortal, o que los excomulgue, o no sé. Mi impresión (que puede ser errónea, pues no soy practicante), es que en ese aspecto es tibia.

Segundo: la Iglesia de Roma considera el coito como un mero acto de reproducción de la especie, enmarcado en la consagración del matrimonio. Reproducir la especie para tener más súbditos para la Iglesia. Claro, también está el acompañarse, crear un hogar católico, reproducción de la Sacra Familia, etc. Pero en realidad, ¿qué sucede con aquellos que no deseamos “reproducir la especie”? ¿Tuvimos que habernos casado? Y, si deseábamos dar saciedad a nuestros naturales (y muy humanos) impulsos, ¿cómo le hacemos? No tengo respuesta satisfactoria de la Iglesia. Me pregunto, si estamos hechos a la imagen y semejanza de Dios, ¿los deseos sexuales son por lo tanto divinos? Yo insisto que sí.

Tercero: visto desde un punto de vista moral, el dar condones puede ser tomado como “ve, ten sexo con quien sea, como sea y a la hora que quieras” ya que el condón te protegerá. Esto, a su vez, causaría que la todos esas personas, al tener “sexo seguro” incrementen sus posibilidades de contagio por mal uso del preservativo, mala calidad del mismo o simplemente por su falta de uso en situaciones por demás obvias.

En general, creo que la Iglesia no es el Papa en turno, así como cualquier otra nación. Las declaraciones de S.S. Benedicto XVI tan solo reflejan a una mínima porción de los católicos. De estar equivocado, las ventas de condones y anticonceptivos no crecería (a la fecha no he oído que Sico, Trojan o alguna otra marca de preservativos quiebre). Entonces, ¿qué sucede? ¿Los católicos están o no de acuerdo con su líder espiritual? Me parece que debemos ser congruentes. Se es o no se es. No se está medio embarazado o medio infectado de VIH.


La gente seguiremos teniendo sexo por la simple y sencilla razón de que somos humanos. Como dije, si Dios nos hizo a su imagen y semejanza, ¿no es el sexo por lo tanto también divino? No me enseñaron que Dios esté casado, por lo tanto, ¿se tiene que estar casado para tener relaciones sexuales? Ahora, si se está casado, se tienen relaciones sexuales, la mujer se embaraza (aunque se haya usado el muy preciso método Billings), ¿qué será de un niño no deseado? Con suerte, será un niño aceptado y amado; pero en otros muchos casos será un niño no deseado, no amado y lo peor, sin recursos para su desarrollo.

Aunque ya escribí (y lo escrito, escrito) sobre este tema, lo mejor que podemos hacer, desde mi punto de vista, por la humanidad y el no avance de esta pandemia, es hacer oídos sordos al obispo de Roma. Me uno a la Sociedad Alemana de Ayuda contra el SIDA en su condena al pontífice declarando que “peca contra la humanidad”. Decir que el SIDA sólo se cura con matrimonios (católicos, imagino) y educación es negar la epidemia en el continente con más enfermos de VIH del mundo. Adelante con la educación en todo el mundo, pero también, ajustémonos a la realidad.


Como siempre, me despido con una cita. Más que una cita, es un fragmento de un libro que tiene una historia interesante. Tanto cristianos como judíos dicen que es la metáfora del amor de Dios a nosotros, pero para mí es una joya de la sensualidad entre hombre y mujer. El libro es el Shir Hashirim también conocido como Cantar de los Cantares, atribuido a Salomón, y del cual el rabino Akiva dijo “Todas las escrituras son santas (kodesh), pero el Shir Hasihirim es santísimo (kodesh kodashim).”
“Cuán hermosos son tus pies en las sandalias, ¡oh hija de príncipe! Los contornos de tus muslos son como joyas, obra de mano de excelente maestro. Tu ombligo como una taza redonda que no le falta bebida. Tu vientre como montón de trigo cercado de lirios. Tus dos pechos, como gemelos de gacela. Tu cuello, como torre de marfil; tus ojos, como los estanques de Hesbón junto a la puerta de Bat-rabim; tu nariz, como la torre del Líbano, que mira hacia Damasco. Tu cabeza encima de ti, como el Carmelo; y el cabello de tu cabeza, como la púrpura del rey suspendida en los corredores. ¡Qué hermosa eres, y cuán suave, oh amor deleitoso! Tu estatura es semejante a la palmera, y tus pechos a los racimos. Yo dije: Subiré a la palmera, asiré sus ramas. Deja que tus pechos sean como racimos de vid, y el olor de tu boca como de manzanas, y tu paladar como el buen vino, que se entra a mi amado suavemente, y hace hablar los labios de los viejos. Yo soy de mi amado, y conmigo tiene su contentamiento. Ven, oh amado mío, salgamos al campo, moremos en las aldeas. Levantémonos de mañana a las viñas; veamos si brotan las vides, si están en cierne, si han florecido los granados;aAllí te daré mis amores. Las mandrágoras han dado olor, y a nuestras puertas hay toda suerte de dulces frutas, nuevas y añejas, que para ti, oh amado mío, he guardado.”

sábado, 7 de marzo de 2009

¿Existe la democracia?

Esta pregunta me la he hecho hace ya algo de tiempo. La democracia es el sistema de gobierno que nuestro país, junto con todo el hemisferio, sostiene como bandera de organización de los Estados. Sin embargo, ¿es la democracia real o simplemente una ilusión de la realidad?

Veamos nuestro caso, México. La “democracia” que vivimos durante buena parte del siglo XX no fue sino una caricatura. El partido que estuvo en el poder por más de setenta años usaba todo el poder del Estado para ser reelegido una y otra vez. Tuvo que ser un miembro de su mismo partido el que dijera “basta” en 2000 para que hubiese un cambio en el poder. Hay algo que me intriga, sin embargo. Al igual que en las épocas del PRI, sigo viendo que los ricos son más ricos y los pobres más pobres. La democracia no ha hecho nada para mejorar las condiciones de este país. Hoy por hoy, estoy seguro que casi nadie apuesta por ningún partido político. Votamos por el menos peor. Yo, si así sigue todo sigue como va, terminaré por anular mi voto.

Aunque el punto de esta entrada no es dilucidar quién será candidato, sí quiero adentrarme en el por qué. ¿Quién define? Desde mi punto de vista, no existe una democracia, sino una ilusión de la misma. Para mí es muy evidente: los intereses de los dueños de la economía nacional (y mundial) son los que dictan, ultimadamente, quienes son aquellos quienes serán votados.

Si no es así, ¿por qué con cada diferente gobierno no vemos una mejor distribución de la riqueza? Y no me mal entiendan, no comulgo con el comunismo ni con el capitalismo salvaje, aunque debo admitir que, económicamente, prefiero el último. Como bien dijo Aristóteles “la virtud está en el medio”. Pero bueno, regresando al punto, ¿no es interesante observar cómo los políticos nunca se meten con los empresarios ni viceversa? Es porque son los grandes capitales quienes también controlan la política. Ellos no se meten en que si son verdes, azules, rojos o amarillos. Son prácticos, ¿quién me mantendrá y/o incrementará mi capital?

Es por esta simple razón que me da risa cuando veo a los títeres que son los políticos desgañitarse en absurdas peleas por el poder, cuando realmente no lo tienen. Y esto no es exclusivo de nuestro querido México, sino de todo el mundo. Los Estados Unidos de América, la más perfecta democracia (según ellos, claro), son el perfecto ejemplo que son los intereses económicos quienes controlan ese país. El actual presidente no fue elegido por presión social ni mucho menos: así convenía a todos esos intereses.

¿Por qué, ahora con la crisis que nos aqueja, los gobiernos simplemente no dejan en la ignominia (como lo hacen con los gobernados) a aquellos intereses que por más codicia provocaron este global desaguisado económico? La razón, nuevamente, porque son los intereses quienes controlan a los gobiernos, exigiéndoles su intervención (en metálico, por supuesto), a costa de endeudar a los Estados y por lo tanto, a los gobernados.

Siempre ha sido de esa manera; es como es el curso de la Historia. ¿Es malo? Pregunto, ¿qué sería bueno? Es lo que es. Lo único que me parece, sea cual sea el camino que cada Estado tome, es tratar de no ser deshumanizado. Difícil, sí, pero es la única manera de no convertir al dinero en Dios, como Juan Carlos, en su blog, menciona.

Sin más, me despido como de costumbre, con una cita, bueno con un par. La primera de un americano (más que estadounidense, ya que, por definición, los mexicanos también somos estadounideneses) universal, Benjamín Franklin, y la segunda del autor del libro “El Capital”, Carlos Marx:
“De aquel que opina que el dinero puede hacerlo todo, cabe sospechar con fundamento que será capaz de hacer cualquier cosa por dinero.”
“El poder político es simplemente el poder organizado de una clase para oprimir a otra.”

viernes, 6 de marzo de 2009

Narcotráfico, secuestro, y cosas peores

Es inevitable abordar este escabroso tema. La pregunta simple es ¿cómo llegamos a este estado de las cosas? ¿Cómo es posible que se hayan alcanzado estos niveles de violencia, indiferencia, y resignación? La sociedad civil ya prácticamente está resignada a la indefensión ante estos criminales; el gobierno (en sus tres niveles) simplemente parece que no puede; los criminales tienen puerta abierta. Yo tengo tres versiones sobre porqué, al parecer, el Estado no es capaz de vencer al crimen:

1.- El crimen y el gobierno están en contubernio para no perder cada uno sus privilegios, y lo que estamos viendo es la lucha de algunos sectores de ambos bandos. Para aquellos que deseen que se regrese a una época de equilibrio entre los criminales y el Estado, ésta es la tesis adecuada. En este escenario se negocia cuánto crimen se autorizará (narcóticos, secuestros, etc.) entre el Estado y los criminales.
Lo que me preocupa de este escenario es que cualquier gobierno que esté al frente del Estado será cómplice y cada ente tendrá “infiltrados” en cada organización como una manera de asegurarse que el otro respete los acuerdos; al menos se mantendrá en control el crimen.

2.- El crimen y el gobierno son antagonistas reales pero el crimen ha infiltrado en el gobierno hasta sus más altas cúpulas ya que esto es lo único que explicaría que no se le venza. En este escenario, el Estado es mucho más poderoso que las organizaciones criminales (como espero que sea). Esta es tal vez una versión muy simplista porque sería relativamente fácil eliminar o subyugar al crimen porque haría falta deshacerse (de cualquier manera) de los elementos ya corrompidos.

3.- El crimen y el gobierno son antagonistas reales pero las organizaciones criminales ya sobrepasaron la capacidad del Estado para subyugarlas, convirtiendo al Estado Mexicano en uno fallido.

De los tres escenarios, creo que el que más aplica a México es el primero. Definitivamente no encuentro otra explicación más que la incapacidad deseada para no hacer las cosas requeridas para apaciguar al país. Sin embargo, el que más me preocuparía sería el tres. ¿Qué sucedería si realmente las organizaciones criminales fuesen más poderosas en capacidad operativa que el Estado? Simplemente estaríamos en problemas fuertes. Significaría que ni las Fuerzas Armadas del país serían capaces de acabar con ellos.

¿Qué podemos hacer como sociedad? Mi única recomendación es trabajar y seguir con nuestras vidas normales. El crimen gana cuando por miedo dejamos de hacer nuestra vida normal. ¿Qué hacer si eres víctima? Creo que antes que nada denunciar. Pero ¿de qué sirve denunciar si el gobierno no puede ni autogobernarse?

México es un país donde prácticamente existe castigo codificado para todo, pero simple y sencillamente no se aplica. Eso de “dura lex, sed lex” no aplica en este país. El problema viene desde nosotros mismos. No respetamos la ley. Deseamos que nuestros gobernantes impongan la ley, pero nosotros ni siquiera la respetamos. Si nuestros gobernantes vienen de familias similares a las de nosotros, es natural esperar que doblen, salten o de plano violen las leyes. Mientras no cambiemos, mientras no demos el ejemplo, ya no a la sociedad, sino a nuestros hijos y ese ejemplo se multiplique, no habrá cambio. Creo que es el mejor consejo que puedo dar para que esto, a largo plazo, se resuelva.

Como de costumbre, me despido con una cita de genio universal, Leonardo da Vinci: “Quien no castiga el mal, ordena que se haga.”

miércoles, 25 de febrero de 2009

Funcionarios públicos ¿mexicanos?

Se preguntarán a qué se debe el título si por ley todos los funcionarios públicos de este país deben ser mexicanos. Sucede que yo aún tengo esa duda porque el día de hoy leí en las noticias que los funcionarios del Instituto Federal Electoral (IFE) incrementaron sus percepciones en 100%, incluyendo bonos, sueldo y demás rubros. Cuando prácticamente todos los mexicanos están con su trabajo pendiendo de un hilo, cuando muchos lo han perdido o les han reducido el sueldo con la finalidad de no perder el empleo, estas personas no sólo conservan su empleo, sino que reciben más dinero por el mismo trabajo. Por eso creo que ellos deben ser ciudadanos de otro nivel o de plano de otro país, como Arabia Saudí o los Emiratos Árabes Unidos, porque mexicanos no creo que sean.

Desafortunadamente no sólo son ellos, sino todo el aparato gubernamental. Se aumentan sus salarios y prestaciones por hacer el mismo trabajo. Simplemente es ilógico. En cualquier trabajo de este país, mientras uno no sea más eficiente, productivo y/o preparado, no se puede ser candidato a un aumento de suelo, mucho menos a una promoción. Los “servidores” públicos se aumentan el sus ingresos haciendo lo mismo, siendo menos productivos y la eficiencia es una palabra que simplemente no existe en su léxico. O acaso, ¿es más eficiente el aparato gubernamental? ¿Gastan menos en su gasto corriente? ¿Han mejorado los servicios? ¿Te tratan mejor cuando tienes la necesidad de hacer algún trámite? En mi caso, no. Espero que en el suyo sí, porque sería una rareza.

Quiero darles a conocer los nombres de estos personajes que por el salario que TODOS les estamos pagando sean unos súper genios:
Consejero Presidente
Leonardo Valdés Zurita
Consejeros
María Macarita Elizondo Gasperín
Virgilio Andrade Martínez
Marco Antonio Baños Martínez
Marco Antonio Gómez Alcántar
Francisco Javier Guerrero Aguirre
Alfredo Figueroa Fernández
Benito Nacif Hernández

Arturo Sánchez Gutiérrez

Léanlos bien y apréndanlos porque espero que nunca tengan el cinismo de postularse a puestos de elección popular, básicamente de legisladores, las estrellas de nuestro sistema de gobierno.

Sin embargo, creo que lo triste es que como mexicanos permitimos eso. Y no quiero decir que tengamos la culpa directamente, pero ¿por qué nos quedamos impávidos ante estas situaciones? Creo que la respuesta es porque muchos de nosotros no tenemos idea de cómo protestar ante esto. Alguien me dirá que marchemos (como buen perredista) hacia el IFE o Cámara de Diputados, pero creo que eso no es la solución ya que la tasa de efectividad de dichas marchas no es muy alta. Además, seamos honestos: con su trabajo, ¿tienen tiempo de ir a protestar frente a oficinas gubernamentales? Ya bastante trabajo tenemos todos como para estar yendo a no hacer más que gritar. Entonces, ¿qué podemos hacer los ciudadanos que sí trabajamos y creamos ingresos para que esos bandidos y sus familias coman? Si alguien tiene una respuesta, por favor compártamela.

Me queda claro algo, nosotros como materia prima de este país somos la raíz y origen de nuestro gobierno. Como J. J. Rousseau decía, “cada pueblo tiene el gobierno que merece.” Mientras nosotros como pueblo no cambiemos, todo seguirá siendo igual. No pretendamos que el partido en turno cambie las cosas. Si el cambio no viene de nosotros, simple y sencillamente no habrá cambio.

Por último, el único consuelo que puedo tener por el momento es que dicha gente no tenga tranquilidad de mente. Que sus caras se caigan de vergüenza al ver a sus hijos. ¿Qué autoridad moral podrán tener?

Me despido, como de costumbre, con una cita, en esta ocasión de Louis Dumur: “La política es el arte de servirse de los hombres haciéndoles creer que se les sirve a ellos.”

sábado, 21 de febrero de 2009

Sacerdote católico ¿antisemita?

Me topé con la noticia que en Argentina se había expulsado a un sacerdote católico de nacionalidad británica por realizar actividades no declaradas a la autoridad de la nación sudamericana.

El nombre de este señor es Richard Nelson Williamson, sacerdote de los llamados “lefebvristas”. Lo que me llamó la atención no fue el hecho de que haya estado realizando actividades no declaradas (o sea, mintiendo, en pocas palabras), sino que este sacerdote católico mencionó a un medio sueco que “el Holocausto judío (Shoah) durante la II Guerra Mundial no había tenido lugar.” Y afirmó que “no murieron seis millones de personas, sino sólo trescientos o cuatrocientos mil.” Las tres cifras me dejan atónito. Se supone que la Iglesia de Roma suele decir que “la vida está ante todo”. Una de dos, o para este señor sólo la vida de los católicos es importante o de plano es un antisemita.

Seis millones de personas murieron a manos de las tropas nazis. Si sólo hubieran sido las trescientas o cuatrocientas mil que este señor afirma, ¿no sería igualmente horroroso? ¿Qué hubiera pasado si fueran católicos? ¿Inflaría el número de asesinados? ¿Vale más la vida de un católico, de un musulmán o de un judío? ¿Qué pasa con la de una persona que no cree en ninguna religión? La vida humana es vida. Somos seres humanos. No cabe duda que el peor ciego es el que no quiere ver.

Si me considerara católico realmente me apenaría mucho lo que gente como este señor dice. A mí me enoja que tenga el cinismo de decir eso. Probablemente, él opina que tampoco hubo masacre en Rwanda o que la limpieza étnica que los serbios hicieron en la guerra de los Balcanes tampoco existió, o que el genocidio de los pueblos nativos de Mesoamérica durante la Conquista tampoco (donde se calcula que más de quince millones de personas perecieron a causa de las enfermedades europeas). Afortunadamente, el Su Santidad el Papa afirmó que la Iglesia no opina lo que el obispo Williamson. Bueno sería una expulsión notoria de la Iglesia para hacer notar que esto no sería tolerado.

¿Por qué un católico o un cristiano en general (y es algo que pasa mucho en México) detesta al judío? Mi opinión es tan simple como estúpida: los judíos mataron a Cristo. Se lo he oído a varios católicos practicantes y creyentes. Es una reverenda estupidez. Simplemente no puedo creer que algo así aún se dé en este tiempo. Me deja sin palabras. Bajo ese esquema, los indígenas del continente americano tienen derecho a exigir sus tierras, y los turcos de reclamar su otrora imperio otomano. Para mí, el cristianismo es una deformación del judaísmo. Al fin de cuentas, muchas de las celebraciones católicas son judías: la pascua (que se tergiverso con la resurrección de Jesús), la cuaresma (que ya existía como el período previo de preparación para el Yom Kippur o día de la expiación), o el hecho de leer las escrituras en las eucaristías). Más que enemistarse, deberían hermanarse.

Aunque el párrafo anterior es tema para una nueva entrada en este blog, creo que el Sr. Williamson es de la opinión de que el judío merece ser castigado por la razón expuesta anteriormente. Si tiene pruebas, que las presente y eliminaré esta entrada. Pero como documentalmente existen pruebas del Shoah, creo que eso no sucederá. Las peores, o de las peores matanzas de la historia, se han dado por religión o por creencias religiosas. En el nombre de Dios.

Todos deberíamos olvidar esas ataduras religiosas. La religión no es mala. Religión viene del latín Re Ligare, volverse a ligar con Dios. Así como la vida es variada, variados deben ser los caminos a Dios. ¿Qué religión puede u osa decir que es la única? Entonces ¿hay una única etnia o civilización?

Me despido, como de costumbre no con una, sino con dos citas. Una probablemente la conozcan por la película “La Lista de Schindler” y que es del Talmud; la segunda es una cita de Jonathan Swift.
“El que salva una vida salva al mundo entero.”
“Tenemos bastante religión como para odiarnos, pero no la suficiente para amarnos.”

martes, 17 de febrero de 2009

Capacidad de Asombro

Hace unos días, regresé de un viaje de negocios en la septentrional ciudad de Monterrey, en el estado de Nuevo León. Cuando iba saliendo en el taxi, un avión pasó a lo mucho a 15 ó 20 metros de altura a punto de aterrizar. No es la primera vez que lo veo, pero cada vez que tengo oportunidad de hacerlo, me sigue dejando helado. Una máquina que pesa al menos 50 toneladas, volando a más de 350 km/h y que parece que está suspendida en el aire…simplemente me asombra.

Este artículo lo escribí en una computadora portátil que es millones de veces más potente que la primera computadora, y cientos de veces que sus predecesores de hace tan sólo 1 ó 3 años. Tan sólo las calculadoras de bolsillo o para los estudiantes de ingenierías son tan potentes como pequeñas computadoras. Simplemente me asombra. Hace poco, en un programa de televisión informaban de que en pocos años nano máquinas recorrerán nuestros cuerpos para buscar tumores u microorganismos eliminándolos, trabajando de la mano con nuestro sistema inmunológico. Me asombro.

Pero no necesito ver estas cuestiones de tecnología de punta que estará disponible en los años por venir. Simplemente tengo que hacer el recorrido diario de mi trabajo a casa. Lo hago a más de 20 metros por debajo del suelo, en una máquina que va a casi 60 km/h, que funciona con corriente eléctrica. Hasta hace menos de 100 años ese recorrido que suelo hacer en menos de 30 minutos (aproximadamente 15 km), era una distancia impensable para recorrer en un día…y no una, sino dos veces. Podemos, sin subirnos en un avión, nuestros automóviles son capaces de recorrer más de 600 km en tan sólo 6 ó 7 horas. ¡Eran recorridos de semanas! Ya ni citemos a los aviones. El recorrido mencionado tan sólo toma 50 minutos, sólo que a más de 700 km/h y a aproximadamente 10 km de altura, en una máquina que es más pesada que el aire. Sorprendente. Asombroso.

Mi punto en esta ocasión es que hemos perdido la capacidad de asombro. Hemos perdido la capacidad de asombrarnos de lo común, de lo ordinario, tanto de lo natural como de lo creado por nosotros. Ya no nos sorprende un avión, no nos sorprende un árbol de 20 m de alto, ¡no! Perder la capacidad de asombro nos hace autómatas. ¡Asombrémonos con lo cotidiano! ¡Asombrémonos con lo nuevo! ¿Qué habría inventado Leonardo da Vinci si no se hubiera asombrado con el vuelo de las aves? ¿Qué habría diseñado Antoní Gaudí si no se hubiera asombrado con la funcionalidad de la naturaleza? ¿Qué hubiera pasado si sir Isaac Newton no se hubiera asombrado con la simple caída de una manzana de un árbol? ¿Qué hubiera pasado si Watson y Crick no se hubieran asombrado con la simple complejidad del código genético? ¿Cómo hubiéramos ido a la Luna si no nos hubiera asombrado desde siempre Selene?

Me despido como de costumbre, con una cita, en esta ocasión de Bertrand A. W. Rusell: “La conclusión final es que sabemos muy poco y, sin embargo, es asombroso lo mucho que conocemos. Y más asombroso todavía que un conocimiento tan pequeño nos pueda dar tanto poder.”

jueves, 12 de febrero de 2009

El siempre malo fútbol mexicano

Pues con la novedad que el equipo de fútbol de los Estados Unidos derrotó ayer al de México dos goles a cero. ¿Sorprende? En realidad no. Los Estados Unidos llevan sin conocer derrota ante México desde hace más de diez años; México es incapaz de ganarle en su territorio desde hace treinta y seis. Vuelvo a preguntar, ¿sorprende? No. Hoy por hoy ellos tienen mejor equipo de fútbol que nosotros. Los Estados Unidos son un equipo que ha llegado más lejos que México en los campeonatos mundiales de la especialidad: cuartos de final. Estados Unidos es un asistente constante a dichos campeonatos mejorando cada vez; México por el contrario está estancado. Lo más triste es que no solamente es aquel país el que ha avanzado. Honduras, Costa Rica, El Salvador, Jamaica y Trinidad y Tobago son países que son considerados “peligrosos”, futbolísticamente hablando. Ya no se diga el resto del mundo. Nos concentraremos en la región correspondiente a nuestro país. Los jugadores mexicanos siempre tienen excusas para no comprometerse; los americanos siempre quieren ganar, incluso a las verdaderas potencias futbolísticas. Ésa es una pequeña gran diferencia.

Mi opinión sobre porque el fútbol nacional simple y sencillamente es que se estanco. Sigue teniendo la misma capacidad de siempre, a pesar de los numerosos jugadores militando en ligas extranjeras. ¿Por qué antes México era el gigante de la CONCACAF? Todos los países, incluidos los Estados Unidos, temían (o más bien, no les interesaba el balompié), enfrentarse a México. Prácticamente era una pase virtual y automático al campeonato mundial y esos juegos eran para calentar motores. Pero los demás países se dieron cuenta que México simplemente (y como decimos aquí) “se durmió en sus laureles”. Hoy por hoy, cada vez que se va a disputar un encuentro con aquellas naciones, se prenden focos de alerta y sobretodo el miedo e incertidumbre por el resultado; ya ni pensar cuando se deben enfrentar contra equipos sudamericanos o europeos.

Es hilarante la manera en la que medios (sobretodo las grandes televisoras mexicanas) hacen alarde de una rivalidad que no tiene sentido y peor aún, que es producto de los ya habituales (hasta normales) triunfos americanos. ¿Por qué no había antes, en los ochentas o setentas esa rivalidad? Porque el equipo nacional siempre le ganaba al americano (quienes mandaban realmente un equipo amateur). Son éstas, en complicidad con la Federación Mexicana de Fútbol más los dueños de los equipos y la vista gorda del Gobierno quienes han puesto al fútbol (y al deporte en general) en la vergonzosa situación en que se encuentra.

¿Por qué las ligas europeas son las más competitivas y sus países de los que más campeonatos y subcampeonatos tienen? Porque primero buscaron que las ligas fueran competitivas, que realmente tuvieran a lo mejor de lo mejor, tanto de sus países como del resto del mundo. ¿Cuándo lo lograron? Cuando se dieron cuenta que el sistema de competencia por puntos, en lugar de grupos y eliminación generaba mediocridad. Allá cada partido es importante porque simple y sencillamente gana el que más puntos genera en el campeonato. Por lo tanto, cada partido se vuelve importante ya que mientras más se empaten o pierdan, más puntos se dejan de ganar. Eso es competencia pura. En nuestro continente, el sistema de competencia es por eliminación: existen “n” número de grupos de equipos los cuales, dependiendo de sus puntos, pasan a una ronda de eliminación, con el objetivo de llegar a una final. El problema de esto es que, de entrada, cada equipo tiene un 50% de posibilidades de pasar a estas fases: se fomenta la mediocridad.

Este mismo sistema lo usan los Estados Unidos en sus ligas deportivas, con una diferencia: su estructura deportiva universitaria (es decir, sus bases o “canteras”, como las llaman en el argot del fútbol) son sumamente competitivas. Ningún país del continente cuenta con esa capacidad de atender a sus deportistas. América Latina ha querido replicar el sistema de las ligas olvidándose de las bases. Craso error. Los resultados los estamos viendo hoy día. Desafortunadamente los seguiremos viendo. La realidad es que los dueños de los equipos sólo quieren ver dinero: y tienen razón, a final de cuentas son inversionistas y este deporte, como todo, es un negocio. Pero también, y a pesar de la dura competencia en Europa, son mucho mejores negocios de lo que son o llegarán a ser bajo el mismo sistema aquí.

Ahora, no nos engañemos, el sistema deportivo es una cosa, los equipos son otra. Cuando un jugador sudamericano tiene talento, inmediatamente se va a Europa. En México no. Sucede que cuando un equipo extranjero quiere comprar un jugador prometedor en México, lo quieren vender como si valiera su peso en oro; en América del Sur los ceden por menos dinero. Por eso vemos las ligas europeas llenas de argentinos, chilenos y brasileños. Cuando alcanzan su madurez, son los Ronaldos, Ronaldinhos y Maradonnas. Eso genera un gran ambiente competitivo en las ligas sudamericanas. Como aquí los equipos les pagan obscenidades de dinero cuando no lo valen, no desean irse. No adquieren experiencia y no hay espíritu de competencia.

Para finalizar, como de costumbre, me despido con una cita, esta vez de Albert Camus: “Todo cuanto sé con mayor certeza sobre la moral y las obligaciones de los hombres, al fútbol se lo debo.” Ojalá algún día la lean los dueños, federativos y jugadores.

lunes, 9 de febrero de 2009

Marcial Maciel, una nueva.

Pues para agregar una flor más al ya florido jardín de Marcial Maciel, esta semana se informó de la paternidad de este sacerdote católico de al menos una niña. El vocero de la Legión de Cristo mencionó que “…si bien el padre Marcial Maciel tuvo debilidades humanas y, en efecto, sí se han conocido algunos hechos que son sorprendentes y difíciles de creer. Afrontamos la actual situación con mucha serenidad y se privilegia el legado que dejó el sacerdote michoacano en favor de la Iglesia.”

A ver, ¿qué no se supone que un sacerdote católico no debe tener hijos? Tener hijos, además, infringe el voto de castidad, ¿qué no? Entonces, este señor, de entrada (y sin meterme en las acusaciones de pederastia), rompió sus votos. Me queda claro que no reconoció a su o sus hijos o hijas, por lo que también de entrada, sabía que había hecho mal (al menos para su iglesia). Esto me indica que su “apostolado” era más importante que las vidas de su concubina y prole. Me pregunto si al menos, con todo el dinero que produjo (y sigue produciendo la Legión) les habrá al menos dado una vida digna, o los habrá hecho pasar por el voto de pobreza forzada (que queda claro que él y sus legionarios no son muy adeptos). ¡Qué gran ejemplo de hombre! No ser lo suficientemente hombre como para aceptar paternidad. Me da miedo pensar que en las escuelas y universidades auspiciadas (ojo, no son gratuitas, de hecho son bastante caras) se muestra a este señor como un ejemplo. Esperemos que al menos la mujer con la que procreo haya hecho este acto de manera voluntaria y no coercitiva o de plano violenta.

Desde mi punto de vista estas cosas suceden por un motivo: el voto de castidad. Es una estupidez. Negar lo que uno es. No imagino a un rabino judío del siglo I d.C. que no haya estado casado…simplemente no hubiera tenido credibilidad (por mucho milagro que hiciera). ¿Dónde dice en la Biblia que para ser sacerdote los católicos no se pueden casar ni tener hijos? Hasta donde me he documentado, fue el papa Inocencio III quien para evitar problemas con los hijos de los sacerdotes por las herencias a las que tenían derecho por las propiedades de sus padres sacerdotes obligo a la castidad para que el Patrimonium Petri no se viera mermado. Reprimir lo que somos es antinatural. Si tantas ganas de ser castos y asexuados (si bien no hermafroditas) que se castren, tal y como lo hizo uno de los padres de la Iglesia, Orígenes.

¿Por qué la Iglesia de Roma no hace nada contra los pederastas? ¿Por qué me da la impresión que castigan más a los sacerdotes que desean casarse o que procrean hijos que a aquellos que cometen pederastia o alguna otra perversión? En los Estados Unidos, la Iglesia Católica ha preferido pagar cientos de millones de dólares americanos para callar las voces de aquellas víctimas de pederastia; a la fecha, no conozco ningún sacerdote convicto por esos crímenes. ¿No es de miedo pensar en dejar a los niños en escuelas administradas por grupos religiosos? Ni hablar, como se dice, pagan justos por pecadores.

La Legión de Cristo, a través de su vocero, dice sobre el caso de su fundador que: “Hay hechos que no serían acordes al comportamiento de un director de una Legión, y por respeto no podemos emitir un juicio”. Ahora está con Dios.” O como se dice, “ahogado el niño, a tapar el pozo.” No soy quien para emitir un juicio sobre el Sr. Maciel. Simplemente digo que si el río suena es porque piedras lleva. Como ellos dicen, esperemos que esté ahora con Dios rindiéndole cuentas en caso que sean ciertas las acusaciones; si no, que esté en paz per sæcula sæculorum.

Como de costumbre, me despido con una cita, ahora de Alfred N. Whitehead: “La religión no volverá a recuperar su antiguo poder hasta que no se le vean cambios en su rostro, como los hubo en la ciencia.”

viernes, 6 de febrero de 2009

Mexicaneidad

Hace no mucho me pregunté qué nos hace mexicanos, es decir, qué es un mexicano. Una respuesta sencilla y rápida es un habitante de los Estados Unidos Mexicanos (lo cual nos haría también estadounidenses, de algún modo). Pero creo que dicha respuesta queda bastante corta. Mi escrito en esta ocasión no será para ahondar en las complejidades de lo que es la mexicaneidad, sino solamente tratar sobre los dos grandes principios de la mexicaneidad: lo indígena y lo español.

¿A qué viene esta cuestión? Estando en Chile por cuestiones de trabajo un colega de dicha nación sudamericana me preguntó - ¿cuál es u herencia? ¿De qué estás más orgulloso de tu país? – Esto fue una pregunta por la que no estaba preparado. Pensé en decirle en la grandeza precolombina de las civilizaciones indígenas o de la época colonial en que la Nueva España era (y creo que sigue siendo) el territorio más importante de Hispanoamérica. Pero mi respuesta fue simplemente: “Estoy orgulloso de ser mexicano.”

Tuvimos una buena y sabrosa conversación aderezada con sus opiniones sobre México y las mías sobre el casi desconocido Chile. Uno de sus comentarios era que la mayoría de los mexicanos que él conoce están súper orgullosos de sus antepasados indígenas, de las grandes ciudades precolombinas como México – Tenochtitlán, Chichén Itza, Palenque o Chicomostoc. Pero para mí, aunque eso es bueno y debemos estar orgullosos de eso, ¿por qué nadie responde que están orgullosos de sus raíces españolas? ¿Nos dan pena? No lo creo.

Cuando estamos en nuestro amado país lo menos que queremos es vernos, o parecernos o vestirnos como nuestros ancestros nativos. Es mejor si nuestros hijos son güeros, o mínimamente de tez blanca. Preferimos ropa de marca europea o americana, no la ropa auténticamente mexicana. Es mejor si los novios o novias de nuestros parientes son rubios o de ascendencia europea. Preferimos, en muchas ocasiones, vinos europeos (o chilenos) que los verdaderamente excelentes vinos nacionales. Es decir, estamos orgullosos de nuestros ancestros indígenas, pero queremos ser europeos. Creo que es un comportamiento hipócrita.

Yo denomino el motivo que nos gusten las personas rubias o de piel clara como el síndrome Tonatiuh. Así llamaban los mexicas a Pedro de Alvarado, lugarteniente de don Hernando de Cortés (verdadero creador de México), quien detestaba particularmente a los antiguos mexicanos. Éstos los idolatraban y lo veían más como un ser sobrenatural por su cabellera, barbas y vello pelirrojos: lo llamaban Tonatiuh, el hijo del sol. Es por esto que tenemos ese particular gusto por personas de tez más clara y de cabelleras distintas a la azabache. Al menos esa es mi hipótesis.

Debemos ser congruentes con nuestras dos raíces, la española y la indígena. Sí, nuestros ancestros prehispánicos nos dan una identidad, pero nuestros ancestros hispanos nos dieron un bagaje cultural igual de importante. España era y es un crisol de culturas: íberos, celtas, romanos, visigodos, sefardíes, moros,… Y no contemos las inmigraciones italianas, francesas, germanas y británicas, que sin dejar de ser importantes (y valiosas) no tienen la proporción de la española. Aceptémoslo, la religión, la vestimenta, la música, la literatura ¡el idioma! Todo bagaje español. ¿Por qué en lugar de renegar de esta herencia, no la aceptamos al igual que la indígena? Hoy por hoy, somos más europeizados que “indigenizados”.

Como conclusión, la mexicaneidad es ser indígena y europeo. Como nuestra raza es un mestizaje, nuestra cultura también lo es. Le mexicaneidad, por ende, es ser simplemente mexicano.

Me despido, como de costumbre, con una cita, en esta ocasión de don José María Morelos y Pavón, generalísimo y siervo de la nación: “Que de ahora en adelante se proscriba la esclavitud y que lo que distinga a un americano de otro sea el vicio o la virtud.”

martes, 3 de febrero de 2009

Morirse en chiquito

Durante estos días me encuentro en la zona metropolitana de Monterrey, N.L. en un viaje de trabajo, que espero le dé más trabajo a la empresa en la que laboro, sobretodo en estos días complicados.

Aunque no es la primera vez que vengo, sí es la que más recordaré, al menos hasta que algún otro evento le imprima un sello particular a otra visita futura. El citado evento simple y sencillamente es una terrible indigestión sumada a un alimento (el cual sospecho que fue una milanesa de res). Ustedes dirán, “¿me hace perder mi tiempo por esto?” Créanme, es terrible.

Todo inicio con un desayuno abundante: fruta, cereal, chilaquiles, huevo con machaca, frijoles y jugo de toronja. No crean que un plato de cada cosa: un poco de todo. Esto fue aproximadamente a las 9:30 hrs. Después del mediodía, a eso de las 14:3º hrs. llegó el tiempo de la comida: una sopa de tortilla y una milanesa de res. Esto fue el acabose. Durante toda la tarde me sentí algo indigesto, y pensé: “Es sólo indigestión, mejor no ceno.” Pero a eso de las 18:00 hrs. tomé un café expreso doble y fue la gota que derramó el vaso…o más bien, el estómago. Dolor que iba y venía, algo de diarrea…bueno, no quiero extenderme en este agradable tema. Lo que sí es que me empecé a sentir con frío, y para las 21:00 hrs. solamente cené un agua mineral para ver si me ayudaba a la digestión. Nada. A las 22:30 hrs. ya estaba dormido.

1:20 hrs.: me despierta un terrible retortijón y volando voy al baño. Terminó a terrible sesión diarreica de pasada la medianoche, cuando, al retornar a la cama, me da un arqueo vomitivo que me hace arrodillarme ante el ídolo de porcelana y devolver, casi por completo, toda la comida. Mi hinchazón estomacal se debía a que, por algún motivo, el estómago no había digerido casi nada de la comida.

Aunque dicen que vomitar es bueno en estos casos no deja de ser una experiencia que la comparo con una muerte en pequeño, morirse en chiquito. Es innatural devolver comida no por el hecho de devolverla, sino porque el tracto por el que entra la comida está precisamente diseñado para que ingrese, no para que egresar. Este proceso no se termina con la acción descrita, sino que hay varios síntomas que me persisten durante el día: palidez, falta de apetito, sensibilidad gástrica, dolor de cabeza, sensación de falta de aire y hasta un poco de arritmia cardíaca (o al menos así la siento, aunque sospecho que puede ser simplemente un efecto de la sensibilidad gátrica), y el constante miedo de que un retortijón anuncie un nuevo ataque de diarrea.

Eventos como el que me ha sucedido me dan la idea de lo frágil que es el cuerpo humano. Es poderoso, sí, pero frágil a la vez. Un simple alimento, un microbio o virus que ni siquiera podemos ver prácticamente nos puede matar, o como en mi caso, hacerla pasar muy mal. Cada vez me doy cuenta que conforme pasa el tiempo la resistencia al alcohol, a las comilonas y a las desveladas. Pero esto, es tema de otro escrito.

Espero de corazón que no tengan que morir en pequeño y si lo hacen, que sea realmente para la mejora de su salud y el no ingreso de toxicidades al cuerpo.

viernes, 30 de enero de 2009

Algo que aprender a los estadounidenses

El día de ayer al llegar a casa encendí el televisor y lo primero que vi fue un anuncio de propaganda a favor del nuevo presidente de los EE.UU., Barack Obama. Dicho anuncio es bastante simple: un fondo blanco en el que se presentan celebridades estadounidenses diciendo en su anglosajona lengua materna que se comprometen a cosas tan simples como sonreír más, comprar autos híbridos y deshacerse de sus caros automóviles, hasta llegar a su compromiso con el recién jurado (dos veces) presidente de su país.

El punto no es tanto los compromisos bonitos o reales. El punto es que un individuo como lo es el actual jefe de estado y de gobierno de la (aún) única superpotencia global ha inspirado a muchas personas. Después de hablar con varios estadounidenses al respecto, me doy cuenta no solamente son los artistas y celebridades quienes están con Obama, sino que es la población en general quien lo ve como un brillo de esperanza. Sin embargo, me pregunto si cualquiera quien hubiera sido el candidato no hubiera tenido el mismo recibimiento después de ocho años de terrible gestión de Bush, Jr. Tendremos que darle a Hussein Obama (sí, leyeron bien, Hussein…el señor es musulmán) el beneficio de la duda.

Me impresiona sin embargo como los estadounidenses tienen un líder (porque lo que sea de cada quien, el caballero tiene liderazgo) en el que están cifrando sus esperanzas. Puede que una buena parte del país no haya votado por él, pero todos lo consideran ahora su presidente y están de su lado. Al menos es la sensación que me da. ¿Por qué en nuestro país no tenemos ese liderazgo? Creo que la materia prima (es decir, todos nosotros) somos los culpables.

Jean-Jacques Rousseau decía que los pueblos tienen los gobiernos que se merecen. México tiene, sin duda gran culpa de su situación actual. Prácticamente desde el Gen. don Lázaro Cárdenas del Río no ha habido un liderazgo con el que se identifique la población en buena medida. Cada vez que veo que se nombran candidatos para presidente o para diputados me doy cuenta que estamos mal. Imagínense, hasta la hermana del “Gober Precioso” estará contendiendo por una diputación federal: mi primera impresión “MIEDO”. Sólo en este país puede pasar. Cada vez que se dan las ternas para candidatos presidenciales me estreso; no quiero ni saber que sucederá en 2012. Imagino al hoy gobernador del Estado de México y me digo, “estamos fritos…otra vez el PRI y un chavo que detrás tiene al grupo Atlacomulco para hacer y deshacer”. Insisto, qué miedo.

Aprendamos de los estadounidenses ese amor por sus instituciones y ese compromiso con su presidente. Sé que no es fácil con los que tenemos como “clase” política. Pero una manera de presionar es simplemente yendo a votar y anular el voto si es que no estamos de acuerdo con ningún candidato. Eso significará que mucha gente simplemente no tuvo el agrado de ningún candidato. Otra recomendación, recuerden los nombres de sus representantes. Nunca saben cuando puede ser su presidente municipal, diputado (local o federal) o senador.

Aprendamos a no tener memoria de corto plazo. No puedo creer que el rumor que dice que Salinas está buscando consensos para convertirse en gobernador del estado de Nuevo León; nada se lo impide legalmente. Recordemos, ese señor es un maestro económico, pero por su culpa cuántos de ustedes no vivieron situaciones catastróficas en sus casas y trabajos. ¡Tengamos memoria!

Para despedirme, no me iré con una cita sino con el juramento queel Ejército Israelí hace a sus oficiales y soldados:
Suben a la cumbre de Masada (antigua fortaleza de Herodes el Grande, y el mayor constructor de Israel) y en ese lugar, donde tuvo lugar la heroica resistencia de los insurgentes israelíes contra los invasores romanos que termino con el suicidio de los primeros y sus familias, los soldados juran “NUNCA MÁS” Nunca más otro Masada, nunca más otro Shoah (holocausto nazi). Nunca más. ¡Aprendamos lo bueno de los estadounidenses e israelíes!

domingo, 25 de enero de 2009

Comportamiento, una reflexión

El día de hoy al conducir en hacia la Universidad Anáhuac del Norte, en el limítrofe al D.F. municipio de Huixquilucan en el Estado de México, noté que al querer pasarme al carril izquierdo de la vía sobre la que conducía, una mujer en una Nissan X-Trail estaba en ese mismo carril, pero más atrás. Cuando vi, mi percepción fue que al ver ella mis intenciones de pasarme a su carril, aceleró para impedirlo. Por supuesto que, como buen defeño aceleré y me metí a fuerza a su carril. Listo, una escena cotidiana en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México.

Sin embargo, el asunto no terminó allí. Resulta que dicha chica tenía el mismo derrotero que mi esposa y yo, la citada casa de estudios. Me estacioné y cuando bajé de mi vehículo, la chica me preguntó: “Disculpa, ¿viste cómo te me cerraste hace rato?” Debo admitir que me tomó por sorpresa. No pude decir nada. Le respondí un casi, casi: “Sí, ¿y?” Ella contrarrestó diciendo que “me lo decía en buena onda, pero que tenía que espejear más para manejar mejor.” No supe cómo reaccionar y le di un “Gracias” seguido de una expresión de mi mano dándole a entender que me valía muy poco su opinión. Finalmente, ella me volvió a decir “lo digo en buena onda, no tienes que ponerte así.” Mi reacción fue similar mi anterior: “por eso te digo gracias, en buena onda”, aunque con un tono realmente de hastío.

¿A qué viene todo esto? Creo que me porté como un barbaján y como un verdadero macho. No toleré que alguien me dijera mi error y sobretodo, que lo hiciera con vehemencia. Se requiere coraje para admitir errores, pero se requiere de más coraje para decirle a la gente que está mal lo que hace. Reflexioné esto mientras me tomaba un buen café expreso doble y decidí escribirle una note de disculpa y dejarla en su camioneta. Demasiado tarde. Cuando la tenía lista ella había partido.

Si al menos más personas tuviéramos el coraje para decir las cosas de esta chica (y espero que ella siempre sea así), y que ese mismo número de personas no reaccionaran como yo lo hice este país tendría menos problemas relacionados con actitud. Al menos a mí, esta chica me cambió la manera de pensar no sólo al conducir sino al reaccionar en general ante la gente. Muchas veces me molestaba siquiera que alguien, porque ése es su trabajo, me dijera que era hora de cerrar o alguna cosa por el estilo.

Como de costumbre, me despido con una cita, en esta ocasión, es de las reglas corporativas de Wal-Mart, su denominada regla de platino: “Trata a los demás como quieran ser tratados, no como quieras que te traten a ti.”

martes, 20 de enero de 2009

Barack Obama, ¿realmente nueva etapa?

El día de hoy fue un día histórico, al menos para los Estados Unidos. El primer presidente afroamericano de la historia de ese país asumió su cargo. Sin duda un momento histórico pero para los Estados Unidos. Sí, es un triunfo para la minoría afroamericana, no necesariamente para el resto. Recordemos que, como cualquier otra nación (si no es que más en ésta), es la poquísima gente dueña de los bienes de producción los que mandan. Con Obama no será la diferencia.

Me preocupa que la gente crea que este señor será la solución para muchos males que aquejan al mundo. Recordemos que será muy musulmán, será muy afroamericano, pero antes que nada es estadounidense y primero verá por los intereses de su país aunque esto signifique barrer con otras naciones o economías. Sí, si a los Estados Unidos les va bien, a México le va bien, pero no creamos que será un padrino o un presidente proclive a atender los asuntos de la América Latina, ya no digamos los mexicanos. Su trabajo es hacer que su país siga siendo la potencia económica y militar dominante.

Ahora bien, ¿qué podemos esperar de este presidente, según mi opinión? Se enfrenta a la peor crisis económica de la historia contemporánea. Aunque se le considera una gran esperanza, y como dijo Simon Peres “a Obama lo voto Estados Unidos pero lo escogió el mundo”, los mercados financieros lo acogieron con una caída masiva. La Bolsa Mexicana de Valores cayó casi 6%, Dow Jones casi 5% y Nasdaq casi 6%, eso sin contar las de Europa y Asia. El desempleo en la Unión Americana es el más alto, la confianza del consumidor por los suelos. Prácticamente no hay indicador que se salve. El peligro de una deflación se cierne sobre el mundo. Ojalá que Obama no sólo sea una político carismático sino dé el paso para ser un estadista consumado. Si los Estados Unidos se alzan, el mundo se alzará. Para bien o para mal son la economía que rige el mundo si ésta es floreciente, así lo seremos sus economías satélite. Al menos, creo que sus primeros pasos como presidente electo, al seleccionar a su equipo de trabajo y dejar ver sus intenciones de tener otro mega rescate financiero tienen un buen matiz. Al mediano plano se verán sus resultados. Un destello positivo en la relación México-Estados Unidos: el único jefe de estado y/o gobierno con quien se reunió Obama fue con el presidente de los Estados Unidos Mexicanos.

Ahora, recordemos que aunque se dice que el presidente de los Estados Unidos es el hombre más poderoso del planeta, esto es cierto a medias. Sí, cuenta con el poder para lanzar la tercera guerra mundial o para invadir países - lo que es desde mi punto de vista una declaración de guerra no oficial (recordemos que los Estados Unidos declararon la guerra por última vez a las potencias del Eje Berlín-Roma-Tokio en 1941) – mucho de lo que puede hacer para aliviar la crisis económica mundial radica en su Congreso, el cual ve los intereses de sus contribuyentes, entre ellos algunas de las más grandes compañías del globo. Los Estados Unidos ya es lo bastante problemático y diverso como para esperar que la mera llegada de Obama cambie algo en el corto plazo.

Para terminar, me gustaría mencionar que he oído de la voz de varios estadounidenses que Obama es el anticristo. Así como lo oyen. Es algo que me dejó helado porque no solamente lo mencionan gente que sea de bajo nivel educativo sino que personas de nivel ejecutivo lo dicen. Según ellos, Michel de Nôtre-Dame (conocido como Nostradamus) mencionó que el anticristo sería musulmán, usaría un turbante o tocado color azul y sería de medio oriente, con un poder inmenso. Obama es musulmán, de origen, si no de medio oriente, sí de África musulmana, y el color de su partido (demócrata) es el azul. Estas personas afirman que podría llegar a existir un intento de asesinato contra el novel presidente. Pero, ¿qué presidente de qué nación no lo es? Claro, el presidente de los Estados Unidos es el primer lugar en recibir amenazas, pero es preocupante que el motivo sea religioso. Pero bueno, los peores crímenes de la historia han sido en nombre de Dios. Ojalá que eso sean sólo malas intenciones y no hechos terribles.

Como de costumbre, me despido con una cita, en esta ocasión de un estadounidense universal, Martin Luther King, Jr.: “Tengo el sueño que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su credo: ‘Creemos que esta verdad es evidente por sí misma, que todo los hombres son creados iguales.’"

lunes, 19 de enero de 2009

China, la tercera potencia.

Así como es de simple el título de esta entrada de mi blog, así de simple es mi asombro. Lo peor de todo es que lo dejamos pasar como mundo, así de simple. Lo más increíble de todo es que la mayoría de la gente no sabe esto. Pregunten a sus familiares y amistades y seguro estoy que si les preguntan cuáles son los países más poderosos económicamente les responderan: los Estados Unidos, Francia, Canadá, Japón, Reino Unido, Alemania, Italia…países más, países menos, y eso sin importarnos el orden.

A mí me deja anonadado la capacidad económica de China. Lleva más de diez años consecutivos con un crecimiento de su economía de más del 10%. Para darnos una idea, México promedia, a lo mucho, 2%. Ahora, es fácil decir que una economía crezca cuando ésta tiene niveles muy bajos, como es el caso de Perú, la economía de más alto crecimiento del continente durante ya algunos años. Pero recordemos que Perú es la economía número cincuenta y cinco del mundo y viene de hiperinflaciones de los años ochenta más una época de terrorismo terrible. China acaba oficialmente en 2008 de dejar atrás a Alemania como la tercera economía convirtiéndose en la tercera potencia económica, tan sólo por atrás de los Estados Unidos y Japón, y dejando atrás a Alemania, Reino Unido, Francia e Italia (y de entrada a México, ya éramos mucho más grande que ellos).

China sigue creciendo, a pesar de la crisis mundial, a un ritmo mayor que prácticamente cualquier país del mundo. Y no nos engañemos: China ya no es un país tercermundista en el que el crecimiento alto de la economía se dé por el simple hecho de tener una economía pequeña. ¿Qué hizo China que México no hizo? ¿Es o era posible que México tuviera un milagro económico como el chino? Desde mi inexperto punto de vista (dado que no soy economista) era y es imposible.

China ha logrado un crecimiento tan impresionante debido a dos factores: su población y sus férreas políticas. Analicemos la primera: su población. Las dos economías más pobladas del mundo son China e India. Ambos países son los países emergentes más poderosos económicamente hablando. Sin embargo, China es la tercera economía; India la número doce. Entonces queda claro que la población china no es necesariamente lo que le da esos números tan impresionantes. Por lo tanto, vayamos al segundo factor. Las políticas económicas chinas han sido férreas como lo es su gobierno. Un gobierno comunista que poco, muy poco a poco, ha ido adaptando políticas capitalistas y de mercado libre a su economía en lo que le ha convenido.

Esto ha sido doloroso para su población. ¿Qué costo ha tenido que pagar la población china para ser una potencia económica? Aislamiento, nula libertad de expresión, reunión y privacidad. Además, China no cumple muchas determinaciones de la Organización Mundial de Comercio; China no paga a sus obreros y campesinos lo que les pagan ni siquiera en países de América Latina (y miren que eso ya es decir mucho); China en lo general no es libre.

Ahora, un asunto más escalofriante. China cuenta con el ejército más grande del planeta: más de dos millones y medio de efectivos, además de contar con tecnología de punta y una fuerza interna impresionante. ¿Qué puede llegar a suceder si los Estados Unidos y China llegan a pelear? ¿Quién se aliaría con quién? De pensarlo me dan escalofríos.

No nos engañemos, China ha logrado lo que es por violar los derechos más elementales de sus trabajadores, pero también por ser una nación disciplinada en sus políticas económicas. Tampoco nos engañemos, China puede ser peligrosa para el mundo como ya lo es actualmente. De una u otra manera me da menos miedo pensar en un mundo dominado en lo político, económico y cultural por los Estados Unidos que por China. ¿Por qué? Porque al menos los Estados Unidos es un país occidental que mal que bien comparte con nosotros algunos valores culturales: China ninguno. Me da la impresión (que puede ser errónea) que al menos los Estados Unidos son un poco más considerados en algún momento que los mismos chinos. El tiempo lo dirá.

Como de costumbre, me despediré con una cita, en esta ocasión de Albert Einstein: “La palabra progreso no tiene ningún sentido mientras haya niños infelices.”

miércoles, 14 de enero de 2009

VI Encuentro Mundial de las Familias…¿qué familias?

Me llamó la atención el desarrollo del VI Encuentro Mundial de las Familias (Católicas, deberían agregar en su título) que se lleva a cabo en la Ciudad de México. Normalmente no me hubiera llamado la atención. Están, como cualquier asociación religiosa, en su derecho de realizar dicho acto. Y más aún, me pareciera loable su esfuerzo por promocionar a la célula de la sociedad que es la familia. Pero insisto, no soy particularmente ferviente seguidor de iglesia alguna, pero hubo algunos comentarios (escuché en un programa radiofónico de noticias) que altos prelados declararon con respecto a esta sexta edición del Encuentro Mundial de las Familias.

Para iniciar, Su Eminencia Cardenal Antonelli declara (y parafraseo) que los homosexuales deberían permanecer “en el clóset” ya que sus preferencias y comportamientos afectan a las familias con su mala imagen. También menciona que la homosexualidad ha existido siempre, pero es hoy cuando con su exposición afecta a las familias. Para mí esto es una aberración. Y no me malinterpreten. Tampoco me gusta ver a dos personas del mismo sexo mostrando sus expresiones de afecto en público, pero eso no me da derecho a vetarlos ni hacerlos menos, mucho menos a juzgarlo. ¿Los habría vetado Jesucristo? A final de cuentas, su ministerio lo hizo con prostitutas, cobradores de impuestos y pecadores en general. ¿Por qué no habría también de convivir con personas de distintas preferencias sexuales a la suya? Obsérvese que de acuerdo a la pregunta anterior se estaría asumiendo que la homosexualidad es un pecado, lo cual no es mi opinión. Pero bueno, seguramente dentro del seno de las iglesias, y en este caso de la Católica Romana y Apostólica, la homosexualidad no se da y jamás se ha dado. Creo que por eso Su Eminencia Cardenal Antonelli se atreve a decir lo que dice.

El otro comentario que escuché fue el de Su Eminencia Cardenal Lozano (por cierto, exobispo de la diócesis católica de Zacatecas). Mencionó (y nuevamente parafraseo), que las mujeres deben quedarse en sus casas y no trabajar ya que descuidan a sus familias. Mujeres católicas de México que trabajan, ¡pecadoras! ¡Destructoras de sus familias y causantes de la debacle social de nuestros tiempos! Por Dios, ¿qué les sucede a estos caballeros? Si las mujeres salen a trabajar es porque el ingreso familiar no es suficiente con el de sus maridos. Ahora, si las mujeres decidieron (o pudieron) estudiar una carrera profesional, ¿deben dejar su carrera profesional (muchas veces muy exitosa) con tal de dedicarse a cuidar a su familia? Mi madre pudo con las dos. Ella es una mujer que enviudó muy joven y decidió no volverse a casar; no quería que un hombre que no fuera el padre de sus hijos los educara. Tuvo que trabajar. ¿Cuántas madres solteras no existen por una u otra circunstancia? Que conste que no quiero menospreciar a las mujeres que se dedican a sus hogares, porque el trabajo doméstico no es estar en casa descansando o sin hacer nada. Claro, el dejar a los niños en casa, con abuelas o en guarderías no es tal vez lo mejor, ¿pero qué hacen? ¿Pedir caridad? ¿Acaso la Santa Madre Iglesia, como Madre que es, va a propocionar eduación, sustento y techo a dichas mujeres para que puedan dedicarse a sus hijos?

Estoy muy de acuerdo con formar familias cristianas, judías o musulmanas mientras éstas sean familias que formen mujeres y hombres de bien. Así de simple. Este concepto tan básico conlleva muchas cosas: afecto, cariño, preocupación de los unos a los otros, valores. ¡Qué exista la familia! No imagino una Navidad o Año Nuevo sin mi familia. No imagino mi vida sin mi familia. Pero en mi familia sí que discutimos la homosexualidad porque es una realidad y grandes amigos de la familia son homosexuales. En mi familia las mujeres trabajan y estudian (a veces al mismo tiempo como mi mamá). En mi familia hay muchísimos errores y eso es lo que la hace tan humana.

¿Qué pueden decir individuos que rechazaron la idea de formar una familia con tal de “servir a Dios”? No veo congruencia con la Iglesia de Roma y lo que predica en cuanto a la familia. ¿Qué me puede enseñar un hombre o mujer que no quiso formar una con tal de “servir a Dios”? Perdón, pero no me parece congruente. Ponen como ejemplo a la “Sagrada Familia” y la ponen como ejemplo a seguir. A una familia de hace 2,000 años y que no era cristiana (digo, al menos no hasta que Jesucristo inició su ministerio a sus 30 años). ¿Cómo entender una familia si el pilar de su iglesia no la tuvo? Simplemente no me cuadra. Hay que vivir las cosas para después hablar de ellas.

Si el Encuentro va a dar más valores a las familias está bien, pero como dije en un artículo anterior, adaptándose a lo nuevos tiempos y a las nuevas situaciones que las familias viven. Más familia, más unión, pero en congruencia. Me despido con una larga cita de Germán Dehesa de su libro La Familia (y otras demoliciones): “No les digo nada nuevo si les comento que la familia azteca es montonera, metiche, irrespetuosa, triturante, mafiosona, poco afecta a la democracia, prejuiciada, belicosa, mitotera, apapachona, solidaria hasta la infamia, fiestera, ritualista, machista y divertidísima. Los integrantes de estos apelmazados clanes viven y mueren convencidos de que su familia es única, mejor que cualquier otra, depositaria de las esencias nacionales, con antepasados oscuros pero admirables, pobres (o ricos, o de clase media), pero muy honrados. Para decirlo con voz de mis tías: decentes, decentes, sólo quedamos nosotros.”

lunes, 12 de enero de 2009

De historias y mitos.

Este pasado fin de semana acabo de ver la película "Rey Arturo". Invariablemente una película con un enfoque distinto a todo lo que he visto o leído de las leyendas artúricas. Sin embargo, ésta no es una crítica de cine, sino que inicié con la misma porque me hizo reflexionar sobre como el hombre tiende, a través de su historia a transformar a sus líderes en mitos, y si pasan la prueba del tiempo, éstos se convierten en leyendas. Los ejemplos son numerosos.

Un ejemplo mexicano: Benito Juárez García. El único presidente indígena de México es una leyenda en México y América Latina. El Benemérito de América (no sé por qué habría de ser “de las Américas”, ya que sólo hay una) es la imagen de la rectitud política, de la austeridad republicana, de la defensa del país y de la separación de la Iglesia (Católica) y el Estado Mexicano. Sin embargo, don Benito no sólo fue un político sumamente impopular en su época, sino que además se aferró al poder hasta que la muerte lo alcanzó. Su llegada al poder se dio por el hecho del “auto-golpe” de estado que Ignacio Comonfort se dio a sí mismo ya que la ley vigente en ese entonces le daba la presidencia de la república al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para ese entonces, don Benito. Al momento de que se instaura nuevamente la república, don Benito no sólo no deja el poder sino que atropella la ley al no ceder su puesto al entonces presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, don Jesús González Ortega, sino que usa recursos del Estado para ganar unas elecciones dudosas. Político a fin de cuentas. Político con la gran ventaja del buen juicio de la historia y de haber dado al clavo con sus muy impopulares medidas antieclesiásticas.

Otro ejemplo mexicano: don Porfirio Díaz. Otro presidente de origen eminentemente indígena y también oaxaqueño. Brillante general poco reconocido por su paisano don Benito. Duro, y sí, dictador. Sin embargo, cuando somos niños no nos dicen que fue el que trajo el primer desarrollo en México y bajo quien se dieron los primeros años de estabilidad y desarrollo económico para México. Vean las vías de ferrocarril…seguramente son de la época porfiriana. Pero la leyenda negra de don Porfirio es la del dictador de hierro sólo interesado en mantenerse en el poder. Sin embargo, veamos hecho duros: con Juárez no se da ningún avance económico significativo, ni siquiera después de irse los franceses; con don Porfirio, se da un resurgimiento mexicano que solamente se logró hasta después de la Segunda Guerra Mundial.

Más de México: Juan Diego Cuauhtlatoatzin. Ni siquiera se tiene registro de su existencia. Sólo sabemos de él por Luis Lasso y por el Nican Mopahua, la narración de las apariciones guadalupanas. Es un hombre que probablemente ni siquiera existió y hoy no sólo es leyenda, sino que es considerado historia real por la Iglesia Católica.

Un ejemplo estadounidense: Abraham Lincoln. Al igual que nuestro Benemérito de América, Lincoln es considerado el Gran Emancipador. Antes de él eran los Estados Unidos de América, después de él, era Estados Unidos de América. Sin embargo, y al igual que Juárez, Lincoln se hizo del poder y se arrogó poderes que hoy serían considerados de dictador. Y su leyenda es, sin embargo, la del forjador de la nación estadounidense y de ciudadano universal.

Sudamérica no está exenta. ¿Qué me dicen de Eva Duarte, conocida como Evita Perón? Una mujer que hoy por hoy es el símbolo político más importante de Argentina. Santa Evita le han llegado a decir. Una mujer que cubrió las villanías de su marido Juan D. Perón disfrazándolas de gran benefactora del pueblo. Pero no se nos ocurra decir nada de esto a algún argentino….es como si nos dijeran que Juárez era un vende patria.

Ejemplos hay miles. Mi única reflexión es que debemos de tomar en cuenta la historia real, leerla y hacernos de ella en la medida de lo posible. No hacer mucho caso a los historiadores de quincena, sino a la historia real. Ver la estatua de don Cristóbal Colón en el Paseo de la Reforma en la Ciudad de México no lo hace menos mal gobernante. O ver la estatua de Karol Wojtyla (SS. Juan Pablo II) en la Basílica de Guadalupe no quita el hecho que México le era tan importante porque tan sólo México y Brasil representan más de una tercera parte de los católicos del mundo. Ése era el amor del papa Wojtyla por México y por Guadalupe. Fue Guadalupe la que logró que hoy haya más de 85 millones de mexicanos declarados católicos.

Me voy, como de costumbre con una cita, hoy de Siddartha Gautama conocido como el Iluminado (Buda): “No creas lo que te dicen los sabios sólo por que son sabios. Investiga tu propia verdad y si ésta no afecta a ningún ser viviente entonces esa es la verdad”.

sábado, 10 de enero de 2009

Obsolescencia

Saludos

Acabo de estar en una biblioteca de una universidad privada en la zona metropolitana de la Ciudad de México. Me sorprendió ver otra vez tantos libros, pero sobretodo, me sorprendió la la calma que se respira en uno de estos recintos. Hacía muchos años que no me paraba en un sitio como éste. El olor de los libros, los ruidos amplificados del teclado de esta computadora el escribir este blog, la vista de los jardines de la universidad, en fin, todo un ambiente creado para estimular el estudio.

Después, recordé hace años, cuando era estudiante de ingeniería allá por los lejanos años de 1997 a 2001. Recordé que normalmente hacía mis tareas y trabajos con cuadernos, calculadoras y consultando varios libros. Hoy, eso es obsoleto. Ahora los estudiantes usamos tan sólo una computadora portátil y en muy pocos casos una calculadora o libros. Tenemos nuestro teléfono móvil a un costado porque no nos basta con estar conectados a la Internet sino que queremos estar localizables a todo momento (que por cierto, aún no era lo que es cuando yo era estudiante de ingeniería). Lo peor, es que si no traemos el teléfono móvil es peor que si no trajéramos la cartera.

Miedo me da ver a los jóvenes estudiantes y sobretoodo, preguntarles cuántos libros han abierto, ya no para leer (porque eso es impensable para el mexicano promedio, por desgracia), sino para consultar algo. Lo único que ahora deben hacer es ir a http://www.google.com/ y teclear lo que buscan. Wikipedia, Encarta, Monografías.com, etc., les dan las respuestas en menos de un segundo (literalmente). Bueno o malo, es la realidad.

Y ya que estamos en temas de computadoras, ¿no es increíble lo que hacen hoy? Los niños y adolescentes las manejan como nosotros manejábamos los primeros videojuegos (Atari, Nintendo). Recuerdo cuando tuve una máquina con 1 GB de disco duro de capacidad de almacenamiento...¡era inacabable! Hoy, una memoria USB tiene más capacidad de almacenamiento que esa computadora. Hoy, la computadora portátil desde donde les escribo es cualquier cantidad de veces más poderosa que aquella del GB de capacidad.

Hasta la delincuencia es obsoleta. Antes nos enterabamos de ladrones y estafadores; hoy son narcotraficantes y secuestradores. Es como si el ladron estuviera ya obsoleto. Antes matar era raro; en 2008 hubo más muertos en México por delincuencia que en la guerra que los EUA le hace a Irak. Antes los terroristas ponían coches bomba o cosas por el estilo; hoy secuestran aviones y se estrellan contra edificios (pagados o no por el gobierno del país afectado con obscuros propósitos) o hacen estallar hoteles enteros, como en India.

Por último, y no porque no haya cosas obsoletas sino por tiempo, ¿la religión es obsoleta? Tema de nunca acabar. Algunas personas me preguntan si soy católico, judío, musulmán o de plano ateo. Ninguna de estas. Creo en Dios y punto. Fui bautizado católico, sin embargo por congruencia y me dejé de considerar como tal. No puedo creer en ninguna institución que se resiste al cambio y se empeña en ser obsoleta. Y no confundamos, los valores no son obsolescentes, son a prueba del tiempo. Pero el mundo ha cambiado y es como si las grandes religiones monoteístas del mundo no lo vieran. Modernizarse no es tener una página web (o un blog), sino adoptar y adaptarse a las nuevas ideas y tendencias, y sobretodo a las realidades.

Termino mi pensamiento citando a Darwin: "Sólo sobrevive el más apto, no el más inteligente o fuerte, el apto." Al final, sólo los que pueden adaptarse a las realidades del mundo prevalecen.