sábado, 16 de mayo de 2009

Desde 2008 nada ha cambiado en México, ¿y en Cuba?

Durante esta semana pasada Fidel Castro, probablemente el único dictador vitalicio del hemisferio (aunque sea su hermano la faceta visible de la dictadura), criticó a México y en especial al Presidente, diciendo que México había ocultado información de la influenza. Para rematar, comentó que en México nada había cambiado desde 2000, después de la transición del PRI al PAN, más que la influenza.

Primera declaración: desafortunadamente no puedo asegurar que el Gobierno de la República haya o no haya ocultado información. Desde mi perspectiva no lo hizo. Tan no lo hizo, que tenemos que ver cómo estuvo prácticamente paralizado el país hace unas semanas, y como en algunos lugares la semi-paralización aún está vigente. México dio a conocer al mundo en un acto de responsabilidad (y como un país G-20) lo que sucedía. Lo que sí puedo asegurar es que en Cuba, desde hace 50 años y hasta el presente, de haberse presentado esta situación seguramente jamás nos habríamos enterado sino hasta que la isla estuviera prácticamente infectada en su totalidad. Lo único bueno de esa situación es que, como Cuba es la cárcel más grande del planeta (hasta los estadounidenses tienen allí una base militar que funge como prisión), el virus podría haber estado mucho más contenido.

Segunda declaración: no tiene ni vergüenza, ni memoria y creo que está “chocheando” el Comandante. Estoy de acuerdo, muchas cosas no han cambiado en México desde hace 50, 70 y hasta más años. Nuestra corrupción, heredada del inmenso aparato público burocrático de la época Colonial, es incluso más antigua que México como nación. Sin embargo, el México que veo hoy (yo, un individuo de 29.5 años de edad) es un México muy distinto a cuando era niño. Y no sólo hablo de avances naturales; hablo de que los periódicos dan noticias más veraces, hablo de que ahora el cambio de un Presidente a otro o de un partido a otro no va acompañado de crisis económicas, hablo de que la “fayuca” prácticamente desapareció por nuestra apertura, hablo de eso y muchas, muchas cosas más que sí han cambiado. Hablo de que hoy día, puedo planear financieramente mi vida de aquí a 5, 10 ó 20 años porque es un país estable.
¿Qué ha cambiado en Cuba? Sí, su sistema de salud, vivienda y deporte son excepcionales y probablemente de lo mejor después de los EUA y Canadá. Pero ¿de qué sirve eso si no puedo comer lo que pueda pagarme? ¿De qué sirve tener una excelente salud y excelentes médicos si no puedo vivir libremente y desperdiciar o aprovechar mi salud como lo desee? ¿De qué sirve contar con un sistema deportivo de calidad si no puedo jugar libremente? ¿De qué sirve ser cubano estos días si no es para recordar la triste situación en que viven?

Me da mucha tristeza ver como un pueblo hermano como el cubano (y para como van las cosas, el venezolano) está bajo el yugo de una familia y un grupo de comunistas que se preocupan sólo por sus propias familias (como todo político). Al menos en mi país, puedo caminar por donde desee, salir del país cuando quiera (y pueda costearlo, claro), puedo comer lo que quiera y hacer lo que desee. Gracias a Dios por haberme hecho mexicano.

Algo que sin embargo me molesta sobremanera es el “malinchismo” del mexicano. Miembros del muy respetable Partido del Trabajo (PT) – espero se note el sarcasmo – declararon que México y el Presidente deben aceptar las críticas de Castro Ruz. ¡Vive Dios! Critican cuando el presidente en turno de los EUA pide o declara algo sobre México, pero si el viejito barbón dice que México debe ser una cárcel, está en lo correcto. Eso es lo que hace que, afortunadamente, jamás vayan a ser una verdadera fuerza política.

Antes de concluir con mi tradicional cita, quiero pedirle a todos aquellos que ven en Cuba un modelo a seguir, que se vayan a vivir allá. Les garantizo que más de la mitad de los mexicanos estaríamos en contra. Pero vayan para allá, seguro los aceptan tan bien como nosotros a ellos. Sólo les digo que los cubanos que he tenido el placer de conocer dicen: “México es la octava maravilla del mundo”.

Y para concluir, mi cita. En esta ocasión de un cubano universal, don José Martí y Pérez, de su obra Guatemala: “Puesto que la desunión fue nuestra muerte, ¿qué vulgar entendimiento ni corazón mezquino ha menester que se le diga que de la unión depende nuestra vida?"

1 comentario:

  1. Sin afán de defender al Comandante, pues sus declaraciones no tienen nada de defendible es necesario dar a conocer la siguiente nota (tomada del periódico Reforma, columna Templo Mayor, sábado 16 de mayo):

    AUNQUE el presidente Felipe Calderón dijo que no iría a Cuba para la visita oficial que tenía programada por la suspensión de vuelos comerciales entre ambos países por el virus de la gripe A H1N1, el asunto es más complicado.

    CUENTAN quienes están bien enterados del teje y maneje diplomático que el gobierno mexicano ya le había hecho saber a los cubanos que Calderón no iría a la isla... ¡pero por razones del calendario electoral!

    HASTA AHÍ los cubanos no tuvieron problema con la postergación de la gira e incluso ofrecieron enviar brigadas sanitarias para ayudar con la epidemia.

    PERO, LUEGO, cuando el presidente Calderón salió con que no iría por la decisión cubana de cancelar los vuelos, el asunto cogió candela.

    Y FUE ENTONCES cuando Fidel, el jefe de Raúl... perdón, el hermano del presidente de Cuba, tomó la pluma y el micrófono para echarle cacayacas al gobierno mexicano.

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