viernes, 8 de mayo de 2009

Influenza, ¿qué dejó? Experiencias.

Más que escribir sobre el nuevo virus de influenza que aún ronda por el mundo, y que afortunadamente no ha sido tan terrible como se vaticinó en un inició, quiero comentar que dejó, desde mi punto de vista, de efectos.

Primeramente el deceso de personas siempre es una situación penosa. Las familias de dichas personas deben estar destrozadas y no puedo más que expresar mis condolencias. Ojalá que dichas muertes nos muestren lo realmente vulnerables que somos a un ente microscópico.

Como todos sabemos hasta el cansancio, el virus dejará terribles afectaciones en el sistema económico mexicano. Turismo, porcicultura, restaurantes, entretenimiento, transporte, … Prácticamente todo sector se vio afectado por este problema. Se dan cifras, datos y estimaciones. Pero de que a todos nos pegará de una u otra manera en el bolsillo eso es seguro.

En el caso particular de mi familia nuclear (de dos por el momento y afortunadamente) la afectación fue en primer lugar, un fin de semana sin salir a ningún lugar, excepto a reuniones familiares bastante amenas. Como no somos dados a salir demasiado, el cierre de negocios más bien ayudó a que el tráfico en las calles disminuyera a niveles de pueblo fantasma.

Otro caso personal fue la reestructura profunda que ALSEA realizó, desapareciendo áreas como Planeación Estratégica, Comunicación Corporativa, Mercadotecnia, Recursos Humanos y Responsabilidad Social. Ésta última, donde mi esposa trabajaba, resultó en su liquidación. Aunque nos queda claro que la influenza no fue la causa que lo provocó (sino el pésimo primer trimestre de dicha empresa por su malísima administración), es la influenza con lo que relacionaremos esta situación.

En mi caso particular, de ir a un proyecto a los EUA me fue cancelado el viaje ya que el Cliente no deseaba exponer a sus empleados a potencial contagio por mi presencia. Exagerado, tal vez, pero probablemente yo habría hecho lo mismo en su situación. Lo siento porque la ciudad de Portland, Oregon, (lugar del proyecto) es realmente agradable y sí que vale la pena. Definitivamente, de las pocas ciudades de aquel país que conozco, ésa sería en la que me establecería.

¿Qué más nos dejó la influenza? Espero que una buena cultura de higiene entre la población mexicana. Lo interesante es que ha habido una reducción de las infecciones gastrointestinales porque la gente tomó consciencia de este evento. Menos mal que algo bueno queda.

Sin más, ya que el tiempo es corto, me despido, y como de costumbre, con una cita. En esta ocasión, me referiré a Mark Twain: “La única manera de conservar la salud es comer lo que no quieres, beber lo que no te gusta, y hacer lo que preferirías no hacer.”

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