jueves, 19 de marzo de 2009

Látex vs. Iglesia

El día de ayer escuché una noticia que me hizo romper mi silencio contra las posturas religiosas de la Santa Sede. Me había prometido no decir nada contra sus ideas, porque después de todo, son ideas de fe, pero esta vez atentaron como un jinete casi equiparable a los descritos por Juan de Patmos en su Apocalipsis.

En su visita al continente africano (y más precisamente en el avión que lo transportaba), S.S. Benedicto XVI mencionó que el condón no es la manera de controlar la pandemia de SIDA, y que en realidad, lo agrava. Quiero tratar de entender, desde mi perspectiva, por supuesto, a qué se debió su declaración.

Primero: la Iglesia de Roma siempre se opondrá a cualquier método anticonceptivo, excepto el segurísimo método Billings. Es normal, es la organización más conservadora que existe, es su papel. Las consecuencias para ellos son evidentes: falta de vocaciones, abandono de los templos y un incremento preocupante (para ellos, desde luego) de la gente que decidimos declararnos “no católicos”. Conozco varias parejas, casadas y otras no, que se declaran católicos practicantes y sin embargo usan algún método. Si la Iglesia está tan en contra de los métodos anticonceptivos, que declare que todos que lo usen están en pecado mortal, o que los excomulgue, o no sé. Mi impresión (que puede ser errónea, pues no soy practicante), es que en ese aspecto es tibia.

Segundo: la Iglesia de Roma considera el coito como un mero acto de reproducción de la especie, enmarcado en la consagración del matrimonio. Reproducir la especie para tener más súbditos para la Iglesia. Claro, también está el acompañarse, crear un hogar católico, reproducción de la Sacra Familia, etc. Pero en realidad, ¿qué sucede con aquellos que no deseamos “reproducir la especie”? ¿Tuvimos que habernos casado? Y, si deseábamos dar saciedad a nuestros naturales (y muy humanos) impulsos, ¿cómo le hacemos? No tengo respuesta satisfactoria de la Iglesia. Me pregunto, si estamos hechos a la imagen y semejanza de Dios, ¿los deseos sexuales son por lo tanto divinos? Yo insisto que sí.

Tercero: visto desde un punto de vista moral, el dar condones puede ser tomado como “ve, ten sexo con quien sea, como sea y a la hora que quieras” ya que el condón te protegerá. Esto, a su vez, causaría que la todos esas personas, al tener “sexo seguro” incrementen sus posibilidades de contagio por mal uso del preservativo, mala calidad del mismo o simplemente por su falta de uso en situaciones por demás obvias.

En general, creo que la Iglesia no es el Papa en turno, así como cualquier otra nación. Las declaraciones de S.S. Benedicto XVI tan solo reflejan a una mínima porción de los católicos. De estar equivocado, las ventas de condones y anticonceptivos no crecería (a la fecha no he oído que Sico, Trojan o alguna otra marca de preservativos quiebre). Entonces, ¿qué sucede? ¿Los católicos están o no de acuerdo con su líder espiritual? Me parece que debemos ser congruentes. Se es o no se es. No se está medio embarazado o medio infectado de VIH.


La gente seguiremos teniendo sexo por la simple y sencilla razón de que somos humanos. Como dije, si Dios nos hizo a su imagen y semejanza, ¿no es el sexo por lo tanto también divino? No me enseñaron que Dios esté casado, por lo tanto, ¿se tiene que estar casado para tener relaciones sexuales? Ahora, si se está casado, se tienen relaciones sexuales, la mujer se embaraza (aunque se haya usado el muy preciso método Billings), ¿qué será de un niño no deseado? Con suerte, será un niño aceptado y amado; pero en otros muchos casos será un niño no deseado, no amado y lo peor, sin recursos para su desarrollo.

Aunque ya escribí (y lo escrito, escrito) sobre este tema, lo mejor que podemos hacer, desde mi punto de vista, por la humanidad y el no avance de esta pandemia, es hacer oídos sordos al obispo de Roma. Me uno a la Sociedad Alemana de Ayuda contra el SIDA en su condena al pontífice declarando que “peca contra la humanidad”. Decir que el SIDA sólo se cura con matrimonios (católicos, imagino) y educación es negar la epidemia en el continente con más enfermos de VIH del mundo. Adelante con la educación en todo el mundo, pero también, ajustémonos a la realidad.


Como siempre, me despido con una cita. Más que una cita, es un fragmento de un libro que tiene una historia interesante. Tanto cristianos como judíos dicen que es la metáfora del amor de Dios a nosotros, pero para mí es una joya de la sensualidad entre hombre y mujer. El libro es el Shir Hashirim también conocido como Cantar de los Cantares, atribuido a Salomón, y del cual el rabino Akiva dijo “Todas las escrituras son santas (kodesh), pero el Shir Hasihirim es santísimo (kodesh kodashim).”
“Cuán hermosos son tus pies en las sandalias, ¡oh hija de príncipe! Los contornos de tus muslos son como joyas, obra de mano de excelente maestro. Tu ombligo como una taza redonda que no le falta bebida. Tu vientre como montón de trigo cercado de lirios. Tus dos pechos, como gemelos de gacela. Tu cuello, como torre de marfil; tus ojos, como los estanques de Hesbón junto a la puerta de Bat-rabim; tu nariz, como la torre del Líbano, que mira hacia Damasco. Tu cabeza encima de ti, como el Carmelo; y el cabello de tu cabeza, como la púrpura del rey suspendida en los corredores. ¡Qué hermosa eres, y cuán suave, oh amor deleitoso! Tu estatura es semejante a la palmera, y tus pechos a los racimos. Yo dije: Subiré a la palmera, asiré sus ramas. Deja que tus pechos sean como racimos de vid, y el olor de tu boca como de manzanas, y tu paladar como el buen vino, que se entra a mi amado suavemente, y hace hablar los labios de los viejos. Yo soy de mi amado, y conmigo tiene su contentamiento. Ven, oh amado mío, salgamos al campo, moremos en las aldeas. Levantémonos de mañana a las viñas; veamos si brotan las vides, si están en cierne, si han florecido los granados;aAllí te daré mis amores. Las mandrágoras han dado olor, y a nuestras puertas hay toda suerte de dulces frutas, nuevas y añejas, que para ti, oh amado mío, he guardado.”

4 comentarios:

  1. Tu entrada de esta vez da para varios comentarios, algunos en favor, muchos en contra. Sin embargo, quisiera enfocarme solamente en uno, el cual, curiosamente, está de algún modo ligado a las entradas anteriores de tu blog.
    Por lo que he leído y escuchado del comentario que hizo el Papa, debo decir que CONCUERDO PERFECTAMENTE CON ÉL. Sin embargo, con lo que no concuerdo es EL MODO en como fue dicho.
    Lo que él perfectamente dijo es que el condón por sí solo no soluciona el problema del SIDA. Lo que se debe buscar es un CAMBIO en el comportamiento y pensamiento humano. En este punto estoy totalmente de acuerdo con él.
    El ser humano debe trascender a su concición animal. No solo debe, sino tiene que trascender. Este tipo de pensamiento no es solo de la iglesia Católica, ni tampoco es un pensamiento religioso. De hecho, todas las filosofías buscan lo mismo. Desde el famoso "cogito ergo sum" hasta el superhombre de Nietzche (el cual por cierto es conocido por su abierto rechazo a la iglesia: "Dios ha muerto").
    La trascendencia del hombre, es decir ser algo más que un animal, forma parte de su esencia. De ahí es que viene su eterna busqueda por la verdad (sea científica, religiosa, personal, filosófica). De hecho, el pecado original es precisamente éste, el negar nuestra naturaleza divina y concentrarnos únicamente en nuestra naturaleza animal, es el ovidarnos de nuestro "origen", es el NO querer TRASCENDER.
    Ahora bien, regresando al punto que nos atañe, el sexo forma parte de la naturaleza humana, incluso forma parte de sus instintos. En eso estoy completamente de acuerdo. Sin embargo, el sexo no tiene porque ser únicamente animalesco, es y debe ser algo más. ¿Por qué? Simplemente, porque forma parte de la naturaleza humana y esa naturaleza nos lleva a trascender cualquier actividad (incluidas las actitudes institivas propias de la naturaleza humana: la comida, el sexo, la vivienda, la sobrevivencia).
    Por otro lado, debemos recordar que BIOLÓGICAMENTE el sexo sirve para perpetuar la especie, NO es únicamente para el GOZO o DISFRUTE. Por eso es una actividad instintiva. El instinto nos lleva a perpetuar la especie.
    Debemos recordar que, la actividad sexual requiere RESPONSABILIDAD. Primero, por la parte de la reproducción (si todos fueramos responsables, no habría embarazos no deseados), pero también, por la parte de nuestra SALUD. El no tener una responsable vida sexual nos llevará a contraer cualquier tipo de ITS. Es aquí donde cae el comentario del Papa, es decir, se requiere un compromiso humano más allá del uso del condón, no solamente para combatir el SIDA, sino cualquier otro tipo de ITS o incluso los embarazos no deseados.
    Por eso, decía que el comentario estaba ligado de algún modo a las entradas anteriores de este blog. Todo radica en el comportamiento humano. El hombre debe tomar conciencia de sus responsabilidades y buscar trascender.

    Cumprimentos,
    Mont Dragon

    ResponderEliminar
  2. Recién acabo de publicar en mi blog una nota dentro de una serie de notas, donde este tema aparece también comentado.

    Diré tan sólo que Mont Dragon expresa en su mayor parte también lo que pienso, y también que hay algunas afirmaciones tuyas que son válidas: el papa no es la Iglesia por más que sea 'su cabeza visible'.

    Lamentablemente este papa se crió y pasó toda su vida en círculos eclesiales, poco sabe de lo que es vivir fuera de seminarios, universidades y la santa sede. Supongo incluso que poco quiere saber de lo que es la vida diaria de cualquiera de los fieles que cada vez van siendo menos, mientras el catolicismo hace agua por todos lados.

    Lamentable, pero cierto: la iglesia está atrapada en posturas y concepciones risibles de la vida y la diginidad humana como tales, olvidándose que ella sólo 'administra' y no es la dueña de la voluntad y decisiones que han de tomar los fieles.

    ResponderEliminar
  3. Coincido con Mont Dragon y yo sí defiendo al Papa como cabeza visible de la Iglesia (la cabeza "invisible" es Cristo, DE ESE TAMAÑO). La unión sexual conlleva en su naturaleza un doble fin: unitivo y procreativo. Si una de las dos condiciones no se cumple se va contra natura y la Iglesia lo único que hace es defender esta postura, no inventarla "para ganar súbitos" (sigo sin entender para qué le serviría "ganar súbditos" pero en fin). Segundo, el hombre es amo y señor de su cuerpo, y por lo tanto, de su instinto sexual y no al revés. Por lo tanto, no debería de ser tan difícil de entender que cuenta con las facultades necesarias (libertad y voluntad) para someterlo al servicio de este doble fin del acto sexual.
    La Iglesia no es ajena a la problemática social que se deriva del mal uso que se ha dado a la capacidad sexual de los hombres pero no puede engañar al mundo diciéndole lo que éste quiere oir o convirtiendo en norma aquello que constantemente se le "recomienda" por ser práctico sólo para no ser más criticada. La Iglesia ha recibido de Cristo la responsabilidad de defender y proclamar la verdad absoluta (válgame la "redondancia" porque no hay verdades relativas) y si hiciera lo contrario por franco "populismo" se estaría desviando de su misión. La Iglesia no tiene la solución, eso le corresponde a los gobiernos. Pero la Iglesia ha insistido en que se forme y eduque a las personas en materia de la castidad, lo que significa la correcta canalización del instinto sexual a su doble finalidad. No somos animales, hay que entenderlo. Saludos.

    ResponderEliminar
  4. Cuando una persona realiza el acto sexual por la sola satisfacción de sus instintos se transforma en un animal. El sexo tiene un fin, un objetivo, que es la expresión del amor hacia otra persona y la reproducción. Que estos fines estén acompañados del placer es una cosa.. Ahora bien, que el placer se transforme en el fin es otra.. El hombre es más que instintos, tiene una mente, un alma, un espíritu.
    Por supuesto que el hombre es imagen y semejanza de Dios. La sexualidad no es mala, es algo hermoso. Siempre y cuando esté bien usada..
    Bendiciones!!

    ResponderEliminar