viernes, 6 de marzo de 2009

Narcotráfico, secuestro, y cosas peores

Es inevitable abordar este escabroso tema. La pregunta simple es ¿cómo llegamos a este estado de las cosas? ¿Cómo es posible que se hayan alcanzado estos niveles de violencia, indiferencia, y resignación? La sociedad civil ya prácticamente está resignada a la indefensión ante estos criminales; el gobierno (en sus tres niveles) simplemente parece que no puede; los criminales tienen puerta abierta. Yo tengo tres versiones sobre porqué, al parecer, el Estado no es capaz de vencer al crimen:

1.- El crimen y el gobierno están en contubernio para no perder cada uno sus privilegios, y lo que estamos viendo es la lucha de algunos sectores de ambos bandos. Para aquellos que deseen que se regrese a una época de equilibrio entre los criminales y el Estado, ésta es la tesis adecuada. En este escenario se negocia cuánto crimen se autorizará (narcóticos, secuestros, etc.) entre el Estado y los criminales.
Lo que me preocupa de este escenario es que cualquier gobierno que esté al frente del Estado será cómplice y cada ente tendrá “infiltrados” en cada organización como una manera de asegurarse que el otro respete los acuerdos; al menos se mantendrá en control el crimen.

2.- El crimen y el gobierno son antagonistas reales pero el crimen ha infiltrado en el gobierno hasta sus más altas cúpulas ya que esto es lo único que explicaría que no se le venza. En este escenario, el Estado es mucho más poderoso que las organizaciones criminales (como espero que sea). Esta es tal vez una versión muy simplista porque sería relativamente fácil eliminar o subyugar al crimen porque haría falta deshacerse (de cualquier manera) de los elementos ya corrompidos.

3.- El crimen y el gobierno son antagonistas reales pero las organizaciones criminales ya sobrepasaron la capacidad del Estado para subyugarlas, convirtiendo al Estado Mexicano en uno fallido.

De los tres escenarios, creo que el que más aplica a México es el primero. Definitivamente no encuentro otra explicación más que la incapacidad deseada para no hacer las cosas requeridas para apaciguar al país. Sin embargo, el que más me preocuparía sería el tres. ¿Qué sucedería si realmente las organizaciones criminales fuesen más poderosas en capacidad operativa que el Estado? Simplemente estaríamos en problemas fuertes. Significaría que ni las Fuerzas Armadas del país serían capaces de acabar con ellos.

¿Qué podemos hacer como sociedad? Mi única recomendación es trabajar y seguir con nuestras vidas normales. El crimen gana cuando por miedo dejamos de hacer nuestra vida normal. ¿Qué hacer si eres víctima? Creo que antes que nada denunciar. Pero ¿de qué sirve denunciar si el gobierno no puede ni autogobernarse?

México es un país donde prácticamente existe castigo codificado para todo, pero simple y sencillamente no se aplica. Eso de “dura lex, sed lex” no aplica en este país. El problema viene desde nosotros mismos. No respetamos la ley. Deseamos que nuestros gobernantes impongan la ley, pero nosotros ni siquiera la respetamos. Si nuestros gobernantes vienen de familias similares a las de nosotros, es natural esperar que doblen, salten o de plano violen las leyes. Mientras no cambiemos, mientras no demos el ejemplo, ya no a la sociedad, sino a nuestros hijos y ese ejemplo se multiplique, no habrá cambio. Creo que es el mejor consejo que puedo dar para que esto, a largo plazo, se resuelva.

Como de costumbre, me despido con una cita de genio universal, Leonardo da Vinci: “Quien no castiga el mal, ordena que se haga.”

3 comentarios:

  1. Para poder cambiar las cosas es necesario, primer, conocer el objeto que se piensa cambiar. Por lo tanto, lo primero que tenemos que hacer es INFORMARNOS.

    Para esto, les recomiendo que lean Reporte Índigo:
    http://www.reportebrainmedia.com/

    También, la ya tradicional revista Proceso:
    http://www.proceso.com.mx

    Debemos tener en cuenta que, para vencer a tu enemigo, primero hay que conocerlo. No nos debemos conformar con la "versión oficial" de los hechos. Como ciudadanos debemos buscar diferentes opiniones, para poder formarnos una idea verídica de las cosas.

    Ya para terminar quisiera terminar con una cita, de cuyo autor no logro acordarme, pero es una moraleja de una historia bastante cursi, por cierto:
    "antes de querer cambiar al mundo, es necesario cambiar tu país"
    "antes de querer cambiar tu país, es necesario que cambie tu ciudad"
    "antes de querer cambiar tu ciudad, es necesario que cambie tu casa"
    "antes de querer cambiar tu casa, es necesario que cambies tú primero"

    ResponderEliminar
  2. Coincido con "anónimo". Ayer asistí a una conferencia con el Card. Lozano Barragán y se le pidió su opinión sobre el tema de la crisis de inseguridad por la que atraviesa México. Su respuesta fue simple, y tomo ese punto de vista como mio para este post: "cuando se coloca lo económico como el centro de todo y se quita de ahi al ser humano se originan este y todos los problemas por que atraviesa la humanidad". Hay que ver, quién sirve a quien, si el dinero al hombre o el hombre al dinero.

    ResponderEliminar
  3. Tanto a anónimo como don Juan Carlos, les agradezco mucho sus comentarios. Son siempre válidos, bien recibidos, y, como en el caso de lo que Juan Carlos mencionó, usados en otra entrada (citado, por supuesto).
    Saludos.

    ResponderEliminar