jueves, 12 de febrero de 2009

El siempre malo fútbol mexicano

Pues con la novedad que el equipo de fútbol de los Estados Unidos derrotó ayer al de México dos goles a cero. ¿Sorprende? En realidad no. Los Estados Unidos llevan sin conocer derrota ante México desde hace más de diez años; México es incapaz de ganarle en su territorio desde hace treinta y seis. Vuelvo a preguntar, ¿sorprende? No. Hoy por hoy ellos tienen mejor equipo de fútbol que nosotros. Los Estados Unidos son un equipo que ha llegado más lejos que México en los campeonatos mundiales de la especialidad: cuartos de final. Estados Unidos es un asistente constante a dichos campeonatos mejorando cada vez; México por el contrario está estancado. Lo más triste es que no solamente es aquel país el que ha avanzado. Honduras, Costa Rica, El Salvador, Jamaica y Trinidad y Tobago son países que son considerados “peligrosos”, futbolísticamente hablando. Ya no se diga el resto del mundo. Nos concentraremos en la región correspondiente a nuestro país. Los jugadores mexicanos siempre tienen excusas para no comprometerse; los americanos siempre quieren ganar, incluso a las verdaderas potencias futbolísticas. Ésa es una pequeña gran diferencia.

Mi opinión sobre porque el fútbol nacional simple y sencillamente es que se estanco. Sigue teniendo la misma capacidad de siempre, a pesar de los numerosos jugadores militando en ligas extranjeras. ¿Por qué antes México era el gigante de la CONCACAF? Todos los países, incluidos los Estados Unidos, temían (o más bien, no les interesaba el balompié), enfrentarse a México. Prácticamente era una pase virtual y automático al campeonato mundial y esos juegos eran para calentar motores. Pero los demás países se dieron cuenta que México simplemente (y como decimos aquí) “se durmió en sus laureles”. Hoy por hoy, cada vez que se va a disputar un encuentro con aquellas naciones, se prenden focos de alerta y sobretodo el miedo e incertidumbre por el resultado; ya ni pensar cuando se deben enfrentar contra equipos sudamericanos o europeos.

Es hilarante la manera en la que medios (sobretodo las grandes televisoras mexicanas) hacen alarde de una rivalidad que no tiene sentido y peor aún, que es producto de los ya habituales (hasta normales) triunfos americanos. ¿Por qué no había antes, en los ochentas o setentas esa rivalidad? Porque el equipo nacional siempre le ganaba al americano (quienes mandaban realmente un equipo amateur). Son éstas, en complicidad con la Federación Mexicana de Fútbol más los dueños de los equipos y la vista gorda del Gobierno quienes han puesto al fútbol (y al deporte en general) en la vergonzosa situación en que se encuentra.

¿Por qué las ligas europeas son las más competitivas y sus países de los que más campeonatos y subcampeonatos tienen? Porque primero buscaron que las ligas fueran competitivas, que realmente tuvieran a lo mejor de lo mejor, tanto de sus países como del resto del mundo. ¿Cuándo lo lograron? Cuando se dieron cuenta que el sistema de competencia por puntos, en lugar de grupos y eliminación generaba mediocridad. Allá cada partido es importante porque simple y sencillamente gana el que más puntos genera en el campeonato. Por lo tanto, cada partido se vuelve importante ya que mientras más se empaten o pierdan, más puntos se dejan de ganar. Eso es competencia pura. En nuestro continente, el sistema de competencia es por eliminación: existen “n” número de grupos de equipos los cuales, dependiendo de sus puntos, pasan a una ronda de eliminación, con el objetivo de llegar a una final. El problema de esto es que, de entrada, cada equipo tiene un 50% de posibilidades de pasar a estas fases: se fomenta la mediocridad.

Este mismo sistema lo usan los Estados Unidos en sus ligas deportivas, con una diferencia: su estructura deportiva universitaria (es decir, sus bases o “canteras”, como las llaman en el argot del fútbol) son sumamente competitivas. Ningún país del continente cuenta con esa capacidad de atender a sus deportistas. América Latina ha querido replicar el sistema de las ligas olvidándose de las bases. Craso error. Los resultados los estamos viendo hoy día. Desafortunadamente los seguiremos viendo. La realidad es que los dueños de los equipos sólo quieren ver dinero: y tienen razón, a final de cuentas son inversionistas y este deporte, como todo, es un negocio. Pero también, y a pesar de la dura competencia en Europa, son mucho mejores negocios de lo que son o llegarán a ser bajo el mismo sistema aquí.

Ahora, no nos engañemos, el sistema deportivo es una cosa, los equipos son otra. Cuando un jugador sudamericano tiene talento, inmediatamente se va a Europa. En México no. Sucede que cuando un equipo extranjero quiere comprar un jugador prometedor en México, lo quieren vender como si valiera su peso en oro; en América del Sur los ceden por menos dinero. Por eso vemos las ligas europeas llenas de argentinos, chilenos y brasileños. Cuando alcanzan su madurez, son los Ronaldos, Ronaldinhos y Maradonnas. Eso genera un gran ambiente competitivo en las ligas sudamericanas. Como aquí los equipos les pagan obscenidades de dinero cuando no lo valen, no desean irse. No adquieren experiencia y no hay espíritu de competencia.

Para finalizar, como de costumbre, me despido con una cita, esta vez de Albert Camus: “Todo cuanto sé con mayor certeza sobre la moral y las obligaciones de los hombres, al fútbol se lo debo.” Ojalá algún día la lean los dueños, federativos y jugadores.

4 comentarios:

  1. Hola mi estimado Isra, pues qué te puedo decir?, yo creo que todo se debe únicamente a una gran mediocridad, la verdad dan pena ajena y más pena da el pueblo mexicano; hacemos ídolos y vemos super bien que se les paguen verdaderas fortunas por hacer un trabajo sencillo: hacer el ridículo, de hecho ya ni les deberían permitir jugar me cae. Bueno, al menos representan un negocio para cervecerías, refresqueras, televisoras, restaurantes y demás, no crees?

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  2. Nada más acertado que lo que acabas de decir, Gaviotilla. Al menos es negocio y le da de comer a más personas.
    Yo lo que digo es que les paguen como obreros. Ser seleccionado nacional debería ser un orgullo y hasta una obligación. Imagínate, ¡les pagan por jugar para México! Ni hablar.
    Saludos.

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  3. El mal del futbol mexicano no estriba en si la liga es competitiva o no, en si hay jugadores en Europa o no, en si hay trabajo en la cantera o no. Tampoco radica en que sea un negocio que genere millones de pesos.

    El problema es que es un negocio con un consumidores cautivos, que aceptan cualquier cosa. ¿Para qué mejorar un producto, si se vende bien estando como está?

    En cuanto la afición mexicana, deje de apoyar incondicionalmente a los equipos, a los futbolistas, a la selección. En ese momento se acabará el negocio y tendrán que buscar un nuevo producto mejorado, de acuerdo con los intereses de los consumidores.

    De hecho, esta es la historia del deporte en EEUU. Cuando algún deporte experimenta pérdidas económicas, se busca siempre como mejorarlo para seguir atrayendo consumidores.

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  4. Anónimo

    Me pareció muy acertado tu comentario. Como bien dices, la selección mexicana de fútbol es un súper negocio y si estando como está vende, para qué invertir en su mejora.

    Probablemente los factores que mencioné serían útiles en el momento que los dueños y regentes (porque no encuentro una mejor palabra para describirlos) del fútbol decidan mejorar el producto.

    Gracias por tu comentario. Saludos.

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