viernes, 6 de febrero de 2009

Mexicaneidad

Hace no mucho me pregunté qué nos hace mexicanos, es decir, qué es un mexicano. Una respuesta sencilla y rápida es un habitante de los Estados Unidos Mexicanos (lo cual nos haría también estadounidenses, de algún modo). Pero creo que dicha respuesta queda bastante corta. Mi escrito en esta ocasión no será para ahondar en las complejidades de lo que es la mexicaneidad, sino solamente tratar sobre los dos grandes principios de la mexicaneidad: lo indígena y lo español.

¿A qué viene esta cuestión? Estando en Chile por cuestiones de trabajo un colega de dicha nación sudamericana me preguntó - ¿cuál es u herencia? ¿De qué estás más orgulloso de tu país? – Esto fue una pregunta por la que no estaba preparado. Pensé en decirle en la grandeza precolombina de las civilizaciones indígenas o de la época colonial en que la Nueva España era (y creo que sigue siendo) el territorio más importante de Hispanoamérica. Pero mi respuesta fue simplemente: “Estoy orgulloso de ser mexicano.”

Tuvimos una buena y sabrosa conversación aderezada con sus opiniones sobre México y las mías sobre el casi desconocido Chile. Uno de sus comentarios era que la mayoría de los mexicanos que él conoce están súper orgullosos de sus antepasados indígenas, de las grandes ciudades precolombinas como México – Tenochtitlán, Chichén Itza, Palenque o Chicomostoc. Pero para mí, aunque eso es bueno y debemos estar orgullosos de eso, ¿por qué nadie responde que están orgullosos de sus raíces españolas? ¿Nos dan pena? No lo creo.

Cuando estamos en nuestro amado país lo menos que queremos es vernos, o parecernos o vestirnos como nuestros ancestros nativos. Es mejor si nuestros hijos son güeros, o mínimamente de tez blanca. Preferimos ropa de marca europea o americana, no la ropa auténticamente mexicana. Es mejor si los novios o novias de nuestros parientes son rubios o de ascendencia europea. Preferimos, en muchas ocasiones, vinos europeos (o chilenos) que los verdaderamente excelentes vinos nacionales. Es decir, estamos orgullosos de nuestros ancestros indígenas, pero queremos ser europeos. Creo que es un comportamiento hipócrita.

Yo denomino el motivo que nos gusten las personas rubias o de piel clara como el síndrome Tonatiuh. Así llamaban los mexicas a Pedro de Alvarado, lugarteniente de don Hernando de Cortés (verdadero creador de México), quien detestaba particularmente a los antiguos mexicanos. Éstos los idolatraban y lo veían más como un ser sobrenatural por su cabellera, barbas y vello pelirrojos: lo llamaban Tonatiuh, el hijo del sol. Es por esto que tenemos ese particular gusto por personas de tez más clara y de cabelleras distintas a la azabache. Al menos esa es mi hipótesis.

Debemos ser congruentes con nuestras dos raíces, la española y la indígena. Sí, nuestros ancestros prehispánicos nos dan una identidad, pero nuestros ancestros hispanos nos dieron un bagaje cultural igual de importante. España era y es un crisol de culturas: íberos, celtas, romanos, visigodos, sefardíes, moros,… Y no contemos las inmigraciones italianas, francesas, germanas y británicas, que sin dejar de ser importantes (y valiosas) no tienen la proporción de la española. Aceptémoslo, la religión, la vestimenta, la música, la literatura ¡el idioma! Todo bagaje español. ¿Por qué en lugar de renegar de esta herencia, no la aceptamos al igual que la indígena? Hoy por hoy, somos más europeizados que “indigenizados”.

Como conclusión, la mexicaneidad es ser indígena y europeo. Como nuestra raza es un mestizaje, nuestra cultura también lo es. Le mexicaneidad, por ende, es ser simplemente mexicano.

Me despido, como de costumbre, con una cita, en esta ocasión de don José María Morelos y Pavón, generalísimo y siervo de la nación: “Que de ahora en adelante se proscriba la esclavitud y que lo que distinga a un americano de otro sea el vicio o la virtud.”

3 comentarios:

  1. Para entender la mexicaneidad nada como leer "El laberinto de la Soledad"...

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  2. Estimado Anónimo

    No me he dado la oportunidad de leerlo. Creeme que lo haré. También te recomiendo "Los Bandidos de Río Frío".

    Saludos.

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  3. ¿Porqué empleo usted mexicaneidad, y no mexicanidad?
    Gracias.

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